| 27 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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Pedro Sánchez abandona el Congreso tras la derrota sufrida con la ley de amnistía
Pedro Sánchez abandona el Congreso tras la derrota sufrida con la ley de amnistía

Sánchez acorralado por Puigdemont: ¿el principio del fin de la legislatura?

El presidente del Gobierno salió huyendo del Congreso al perder la votación de la ley de amnistía: el problema es que nadie sabe dónde conduce esa huída. Estos son los escenarios posibles.

| Benjamín López España

Carles Puigdemont ha asestado un golpe durísimo a Pedro Sánchez en el Congreso, votando contra el dictamen de la ley de amnistía. El problema es que esta jugada de Junts pone contra la espada y la pared al Gobierno, le deja realmente sin salida más allá de tragar de nuevo unas condiciones que parecen inasumibles hasta para un experto en saltarse líneas rojas como el propio Sánchez.

La ley regresa ahora a la Comisión de Justicia que tiene un mes de plazo para debatir, introducir enmiendas y volver a llevarla al Pleno para su aprobación. Es decir, la suerte de la legislatura puede quedar echada en treinta días. Se abren varios escenarios posibles, cada cual peor para Sánchez que, derrotado, salió huyendo a toda prisa del Congreso. Una huída política que nadie sabe a dónde conduce. 

Primer escenario: el PSOE vuelve a tragar

Es el más probable, aunque sería terrible para el propio PSOE y para el Gobierno tener que tragarse de nuevo sus palabras y admitir una ampliación de la amnistía que ellos mismos han dicho que es imposible de admitir.

 

Sánchez acorralado es más temible que nunca, capaz de cualquier cosa por no dejar la Moncloa. Lo que ocurre es que en el PSOE y en Moncloa son conscientes de que esa amnistía sin límites no pasaría el filtro de Europa y ni siquiera, probablemente, del Tribunal Constitucional. Por muy sanchista que sea, dos y dos no pueden sumar cinco de ninguna manera. Todo tiene un límite. 

Esa no obstante sería la huída hacia adelante pensando únicamente en ganar tiempo. Buscaría así alargar su estancia en la Moncloa, confiando en que el veto de Europa o del Tribunal Constitucional se demore o no llegue nunca, quién sabe. 

Segundo escenario: ni Junts ni el PSOE ceden

Es posible -bastante probable incluso-  que Junts no ceda y siga exigiendo una “amnistía integral”, como ha dicho su portavoz Miriam Nogueras o una "amnistía sin fisuras", en palabras de Puigdemont. Es decir, un cheque en blanco que borre todos los delitos posibles, incluidos los de terrorismo y alta traición que acechan al prófugo Puigdemont.

En ese caso, “colorín colorado” a esta legislatura, tal y como advirtió el número dos de Junts, Jordi Turull. El Gobierno necesita los votos de Junts para los presupuestos generales del Estado y para cualquier otra ley que quiera llevar adelante. Sin ellos, la legislatura tiene muy poco recorrido. 

 En este supuesto, el PSOE podría intentar vender a los ciudadanos la idea de que no han querido ellos tampoco tragar con imposiciones claramente inconstitucionales, que se han mantenido siempre dentro de la Carta Magna y que prefieren acortar la legislatura que saltársela.

Aunque es falso y ya han llegado a límites de muy difícil digestión, Sánchez podría tratar de envolverse en la Constitución, un poco a la desesperada, pensando en una convocatoria adelantada de elecciones. 

Tercer escenario: Junts cede

Es un escenario bastante improbable, aunque sería el mejor o el menos malo para Sánchez, pero demoledor para Puigdemont. Las posibilidades de que se produzca esa cesión son escasas porque la imagen de Junts quedaría muy dañada. No se explicaría cómo tumba ahora una ley y dentro de un mes aprueba el mismo texto.

Además, es posible que Puigdemont haya llegado al convencimiento de que la amnistía -con estas últimas enmiendas o sin ellas- no va a salir adelante, que la Comisión Europea y el TJUE no van a pasar por borrar delitos de terrorismo, aunque según Bolaños sea del “bueno”. 

En ese caso ya no le interesa para nada mantener a Sánchez en el poder. Solo le une a él la necesidad de que sus delitos sean borrados. En lo demás son antagónicos. Es mas, en clave electoral catalana, necesita demostrar que Junts es mucho más exigente que ERC con el Gobierno. Dejar caer a Sánchez podría beneficiarle.