Las cuidadoras preparan una nueva batalla contra la ministra Yolanda Díaz

La ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, tendrá un inicio de año 2022 de lo más agrio y de nuevo son las cuidadoras de las personas dependientes las que han decidido no tirar la toalla y volver a plantar cara a la responsable de Unidas Podemos en el Gobierno en esta materia.

Recientemente, fueron las protagonistas de una fuerte protesta, con una acampada que duró un mes a las puertas del Ministerio y, ante el engaño de Díaz, que quiso frenar las reivindicaciones de las trabajadoras haciéndose una simple foto, el colectivo se reorganiza y plantea nuevas movilizaciones para el mes de enero.

La que en cada una de sus intervenciones se proclama defensora de estas auxiliares de ayuda a domicilio, ya que la mayoría son mujeres, encuentra hoy unas duras palabras dirigidas a su gestión, ya que consideran que en dos años al frente de la cartera y como vicepresidenta del Gobierno de Pedro Sánchez, no ha hecho nada por el reconocimiento de sus derechos laborales.

Vuelven a la carga ante el chantaje de Díaz

Desde la Plataforma Unitaria de Auxiliares de Ayuda a Domicilio han lanzado un mensaje desde el enfado y la rabia a la ministra, a través de su portavoz, Carmen Diego, que ha trasladado el hastío que sienten por la desidia ante el problema.

¡Basta ya de hablar de los cuidados, llenándose la boca de que son tan importantes! ¡Basta ya de tanta palabrería!

La indignación es máxima y las afectadas descubren la falta de sensibilidad que ha existido en Podemos con las políticas sociales que se colocan por bandera. Las cuidadoras creían que se iba a incluir a las 120.000 personas que trabajan en el sector en la Ley de Prevención de Riesgos Laborales con el objetivo de que se evaluasen sus puestos de trabajo y conseguir la clasificación de las enfermedades profesionales.

Pero nada de eso ha ocurrido y a cambio la ministra de Podemos les intentó despachar con una imagen de cara a los medios de comunicación y el chantaje de que abandonaran la protesta levantando el campamento como condición para recibirlas.

"Les habíamos dejado claro que lo que queríamos era un compromiso por escrito para seguir trabajando en estos temas y un calendario", ha señalado Diego, que añade que el pasado 15 de noviembre parecía que Díaz iba a escucharlas, pero sólo recibieron la postura más hipócrita de la política.

"Dijimos que no, que para una foto no habíamos estado allí tiradas en el suelo durante días y que no íbamos a tomar el té con una amiga, íbamos a lo que íbamos ", agrega la representante del colectivo, que tras este capítulo continuaron 12 días aguantando el temporal en la calle hasta el 27 de noviembre, momento en el que abandonaron la protesta.

Pero será cuestión de muy poco tiempo para volver a ver a estas mujeres batallando contra Díaz, porque aseguran que dieron un paso atrás "para coger impulso" y se organizan de nuevo para que su reclamación se escuche en todo el país.

Piden al Gobierno del "supuesto progreso", que les reconozcan sus derechos como trabajadoras de una vez por todas o que sean capaces de dar la cara y asumir que existe una anomalía en la manera que desarrollan sus funciones. "Que nos digan claramente que todo el mundo tiene derecho a la integridad, a la seguridad y a la vida, menos las 120.000 trabajadoras del SAD (Servicio de Atención Domiciliaria), porque así nos tienen".