| 24 de Marzo de 2024 Director Antonio Martín Beaumont

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Pablo Fernández, diputado de Podemos en Castilla y León
Pablo Fernández, diputado de Podemos en Castilla y León

Podemos exhibe su cara crispada y revienta a insultos dos plenos en una mañana

La formación replica en los últimos días mensajes muy gruesos contra sus adversarios, del “fascistas” en CyL a la salida de tono de Montero, y marca distancias con el PSOE.

| E. M. España

En los últimos días Unidas Podemos está subiendo mucho el tono de las apariciones de sus dirigentes en público o en redes sociales, una estrategia de escalada verbal que muchos no ven casual, sino premeditada para lograr especio mediático, titulares y animar a su militancia más radicalizada ante unos sondeos que los dejan cada vez más en la irrelevancia y pendientes de sopas de siglas o de luchas de egos entre Yolanda Díaz y Pablo Iglesias.

En sólo 24 horas, Irene Montero soltaba desde el Congreso su brutal acusación de que el PP “promueve la cultura de la violación” provocando una bronca en la sesión de control al Gobierno, y desde las Cortes de Castilla y León su diputado, Pablo Fernández, ha denominado al vicepresidente Juan García Gallardo como "fascista", acto que ha supuesto una nueva polémica y que le retiraran la palabra desde la presidencia del parlamento. 

El portavoz de Podemos no se quedó ahí, sino que acusó al dirigente de Vox de “expresar la ideología fascista que perpetra a diario", de “encarnar lo peor de la política", y de tener "un discurso racista, machista, homófobo, xenófobo y clasista". Una escalada de tensión en el parlamento de la única comunidad autónoma con miembros de Vox en el ejecutivo.

Estas salidas de tono van además acompañadas con campañas de hostigamiento en redes sociales, donde Podemos y sus afines fijan un objetivo al que masacrar si ha osado ponerles en cuestión. Esta semana es Pablo Motos, conductor de El Hormiguero, pero otra son Carlos Alsina, Vicente Vallés, Susanna Griso, Ana Rosa Quintana o quien se precie.

Todo ello al unísono con un distanciamiento del PSOE y en marcar las diferencias entre los socios del Gobierno de Pedro Sánchez, ya sea en la ley trans -fruto de guerra desde hace meses-, la ley de vivienda, la de bienestar animal o ahora la reforma de las pensiones.

Podemos quiere elevar el tono a meses de las elecciones municipales y autonómicas, donde se juega seguir siendo pieza clave en los gobiernos de izquierda, aunque ello implique embarrar el ambiente para lograr el vídeo o el titular del momento que guste a su parroquia.