| 25 de Abril de 2024 Director Benjamín López

× Portada España Investigación Opinión Medios Chismógrafo Andalucía Castilla y León Castilla-La Mancha C. Valenciana Economía Deportes Motor Sostenibilidad Estilo esTendencia Salud ESdiario TV Viajar Mundo Suscribirse
Pedro Sánchez e Irene Montero.
Pedro Sánchez e Irene Montero.

"Fuego amigo": Sánchez escurre el bulto echando gasolina sobre Irene Montero

El fiasco del proyecto estrella de la ministra de Igualdad es insuperable. Tanto es así, que al Gobierno no le ha funcionado nada: ni ignorar la chapuza, ni cultivar su imagen en los medios.

| Antonio Martín Beaumont España

Pedro Sánchez tiene muy interiorizado que a él nadie en el PSOE le va a levantar la voz. De momento, la organización está bajo control y su ordeno y mando es acatado siempre sin rechistar. El ruido más audible en sus filas seguirá proviniendo de “los mismos” (léase Emiliano García-Page o Javier Lambán) hasta que las urnas le abandonen.

El fiasco total del proyecto estrella de Irene Montero es ya insuperable. Y tanto es así, que al Gobierno no le ha funcionado nada: ni ignorar la chapuza, ni cultivar su imagen en los medios amigos, ni alzar la bandera del aborto

Bien mirado, es incluso natural. Las organizaciones políticas son máquinas de poder y su objetivo último es gobernar desde sus propios postulados. “Si el presidente revalida en 2023, tendremos por delante ocho años más en el poder”. Eso, al menos, es lo que defiende su equipo.



Ahora mismo, la lectura de los barones no va tan lejos. Se detiene ante la frontera del 28 de mayo. Ahí es donde ellos se la juegan. Muchos callan a la espera de comprobar cuál es su fortaleza en las municipales y autonómicas. Pero, entre ellos, hay quienes en privado admiten que Sánchez “forma parte del problema”.

Ante el goteo de condenas rebajadas o excarcelaciones de agresores sexuales no hay maniobra de distracción capaz de desviar la atención de la gente. Y eso lo saben bien en La Moncloa.


Con mayor o menor temor, asumen con resignación las bombas que deja caer a diario el Gobierno. Incluso entre los mandatarios autonómicos más sanchistas hay un auténtico pánico a que la factura a pagar por las fisuras de la ley del Sí es Sí sea demasiado elevada.

Ante el goteo de condenas rebajadas o excarcelaciones de agresores sexuales no hay maniobra de distracción capaz de desviar la atención de la gente. Y eso lo saben bien en La Moncloa, por mucho que el trío formado por Óscar López, Antonio Hernando y Francesc Vallés esté acostumbrado a desviar la atención en sentido contrario al lugar desde donde avanza el incendio.

 

Las "ideólogas" del fiasco del sí es sí: Irene Montero, Ángela Rodríguez Pam y Victoria Rosell.


El fiasco total del proyecto estrella de Irene Montero es ya insuperable. Y tanto es así, que al Gobierno no le ha funcionado nada: ni ignorar la chapuza, ni cultivar su imagen en los medios amigos, ni alzar la bandera del aborto ni denigrar a Alberto Núñez Feijóo.

Ninguno de estos recursos ha resultado. La Moncloa ya llevaba semanas sopesando diferentes opciones para frenar el roto de Montero. A futuro. Porque quienes están ya condenados (se calcula como mínimo de 3.000 delincuentes sexuales) van a acogerse a los beneficios de la ley más favorable al reo. Con o sin reforma. Lo que buscan ahorrarse es nuevos casos. Y esas fórmulas, por cierto, han contado en todo momento con la resistencia de Unidas Podemos.

 
De ahí que desde el complejo presidencial se diese carta de naturaleza el pasado fin de semana a sus intenciones de cambiar la ley. El propósito es evidente: que la presión cambie de bando. O sea, que el enfado caiga sobre Montero y sortee a Sánchez. Ya.

Otra inaudita operación monclovita de marketing en un asunto realmente dramático por su torpeza. Hablamos de mujeres que a estas horas están tan aterrorizadas que se han visto obligadas a abandonar su domicilio por miedo a sus agresores fuera de prisión.