Sánchez "engorda" a Bildu y lo paga el PNV: Otegi roza la alcaldía de Vitoria

La política suicida de Moncloa de tratar con guante de seda a Bildu hasta convertirlo en el socio más mimado puede provocar un terremoto de incalculables proporciones el 28-M con epicentro en la sede del PNV.

Porque la gran paradoja de la arriesgada apuesta de Pedro Sánchez es que el gran damnificado puede ser el partido que le sirvió en bandeja -con sus cinco votos- el triunfo al presidente en la moción de censura contra Mariano Rajoy. Y de aquellos polvos, estos lodos; se lamentan ahora los de Ínigo Urkullu, Andoni Ortuzar y Aitor Esteban.

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Y es que una de las joyas de la corona del poder peneuvista, la alcaldía de Vitoria (capital vasca y sede de las principales institiciones) ya la roza Bildu con la punta de los dedos. Palabras mayores en la sede central del PNV, en Sabin Etxea.

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La radiografía del 28-M en el País Vasco conocida este viernes mete el susto en el cuerpo al PNV. Repetiría, eso sí, su victoria en el Ayuntamiento de Bilbao y en el de San Sebastián. Pero Bildu le pisa los talones: sería la segunda fuerza en ambos.

Otegi en Vitoria, junto a las candidatas de Bildu a la Diputación de Álava y el Ayuntamiento de Vitoria.

Pero en Vitoria, la formación peneuvista sería la más votada y podría lograr entre 7 y 8 ediles, pero la coalición soberanista también conseguiría 7 representantes, según el sondeo EiTB Focus dado a conocer este viernes.

Pero hay más. Sánchez empuja a su propio partido al abismo. El PSE-EE perdería el segundo puesto en el Ayuntamiento vitoriano al tener un 19,4% de sufragios (frente al 21,5% de 2019), lo que le daría cinco o seis concejales (cuando tiene actualmente seis).

Sánchez empuja a su propio partido al abismo. El PSE-EE perdería el segundo puesto en el Ayuntamiento vitoriano al tener un 19,4% de sufragios (frente al 21,5% de 2019)

El PP sería la cuarta fuerza en Vitoria, con un 19,1% de votos (frente al 18,6% de hace cuatro años) y cinco o seis concejales, con lo que repetiría o mejoraría sus cinco representantes. Finalmente, Elkarrekin Podemos perdería un representante y se quedaría con dos ediles al tener el 7,8% de los votos (frente al 9,9% de 2019).