| 29 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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El mito de la zanahoria morada y su propaganda "mágica" en la II Guerra Mundial

Muchas veces para innovar solo hace falta echar la vista atrás y recuperar productos que alimentaron a nuestros antepasados. Salvar esta modalidad fue la clave para darle una nueva vida.

| Alejandra Temprano Gastronomía

Intentar sorprender permanentemente con nuevos platos, nuevos sabores o nuevos colores, como en este caso, resulta beneficioso para recuperar tradiciones que se habían perdido. No ocurre en todos los casos pero hay veces que la innovación es una vuelta al pasado como le ocurrió a la zanahoria morada, Safarnària o pastenaga negra. 

Esta variedad de hortaliza púrpura se usaba en varias recetas tradicionales de la isla de Mallorca como el frito de zanahoria morada o el estofado mallorquín. Su cultivo perdió presencia hasta que los campesinos decidieron evitar su extinción vendiéndola como producto ecológico y de uso gourmet. Ahora sus semillas para una producción casera se venden a casi dos euros la unidad y se cultivan en la huerta valenciana, Cataluña o Málaga. 

Los holandeses jugaron al patriotismo con su producto estrella

Nada tiene que ver esta modalidad con los experimentos de la industria alimentaria. De hecho, las moradas pueden considerarse más naturales que las de otros colores ya que a ellas se les atribuye el honor de ser las primeras. El uso de las zanahorias por parte de los humanos data del año 3.000 antes de Cristo en la zona oriental conocida hoy como Afganistán.

Aquellas raíces eran moradas por fuera y amarillas o blancas por dentro y nada tenían que ver con la variedad de color naranja que Holanda creó y extendió por el mundo en honor a la casa real holandesa de Orange en el siglo XVI. En aquella época, ellos eran los mayores productores europeos y las modalidades modernas que hoy en día consumimos son fruto de sus estudios: a Early Half Long, la Late Half Long, la Scarlet y la Long Orange. 

Las variedades amarillas son típicas de Asia mientras que esta "rara" zanahoria española es poco conocida fuera de la isla. Tiene un sabor un poco más dulce que la zanahoria tradicional y un cierto toque picante. Aunque la propiedad de teñir de un púrpura brillante los platos donde se incluye es una de sus características más valoradas. 

Como el resto de este tipo de hortalizas, sean del color que sean, tiene un gran aporte nutricional. El agua es su componente más abundante pero también destacan los hidratos de carbono, las vitaminas A, E, y del grupo B: los folatos y la Vit B3. Los minerales llegan a través del potasio, fósforo, magnesio, yodo y calcio. Además, las moradas contienen antocianinas, que actúan como poderosos antioxidantes. 

Las propiedades "mágicas" de la zanahoria: visión en la oscuridad

No es cierto que comer muchas zanahorias te permita ver en la oscuridad. Esta teoría pertenece a una leyenda que se coló incluso en la Segunda Guerra Mundial a través de la historia del piloto británico John Cunningham y a la labor del Ministerio de Propaganda Tanto a él como al resto de sus pilotos se les atribuyó "visión nocturna" gracias a una dieta especial de zanahorias durante varios años. Lo que no sabían sus enemigos es que habían desarrollado un sistema de radar único para la época.