La increíble historia de Sor Margarita, el hombre que vivió 22 años como monja

Hay historias reales que superan con creces la imaginación del más enloquecido guionista de Hollywood. La de Frank Tavares, de verse en una película parecería exagerada. Que se lo digan a los espectadores de la laureada película Cónclave. Tavares es un hombre de República Dominicana que vivió durante más de dos décadas como una monja. Lo están leyendo bien. Vayamos al principio de esta impactante historia.

Tavares se crio en un convento de monjas tras perder sus padres en un accidente de tráfico siendo un niño. Una malformación genital hizo que creyeran que fuese una niña y como tal la trataron e ingresó en el convento como una religiosa más. Sin embargo, él sabía que algo no funcionaba. Se sentía hombre y le gustaban las mujeres pero decidió mantener su identidad femenina por presión social. Durante la mayor parte de su vida fue Sor Margarita.

Confundido en su identidad Sor Margarita consultó con un médico para saber si era intersexual que es lo que pensaba que le ocurrí. Sin embargo, el médico le corroboró que era biológicamente un varón.

Enamorado de otra religiosa

A pesar de la información decidió seguir viviendo su vida dentro de las togas monjiles. No conocía otra vida y ese era su punto de referencia. Sin embargo, los problemas llegaron cuando se enamoró de otra religiosa. No sería su único escarceo sexual con una compañera. Esto motivó su traslado a otro convento. Allí su vida sentimental no paró y se enamoró de Sor Silvia.

"De la que yo más me enamoré, Silvia, ella me perseguía todo el tiempo allá abajo en el convento. Respetamos ese lugar, porque nosotros ya sabíamos que esa era una casa sagrada de Dios. Todo pasó en una experiencia por fuera del convento, luego, se corrió la voz", ha contado en una entrevista en un medio colombiano.

Esta historia de amor es la que le hizo colgar los hábitos y convertirse en una persona civil. Bueno, no sólo eso, si no también tomó la decisión de asumir su sexo sentido y su género biológico. Había renacido Frank Tavares.

Esta increíble historia, que ha escandalizado y sorprendido a partes iguales, ha decidido contarla en un libro titulado La monja desvestida. En una entrevista aseguraba que el resto de religiosas, salvo las que tuvieron relaciones con él, no descubrieron su identidad porque que afortunadamente nunca se bañó ni se desnudó frente a ellas, además “usaba pantis estilo calzoncillo, yo fingía el periodo menstrual, usaba vestidos grandes”. Sin duda, una historia de película.