Félix Bolaños estaba enfermo el 2 de mayo. No quería ir a Sol. Alguien le ordenó estar allí, para montarla. Lógicamente, la gastroenteritis que desarmaba al ministro de Presidencia le hizo ausentarse en diversas ocasiones. Se caía a trozos. Debió pasarlo mal. Gracias que no se coló en la tribuna. Pero donde hay patrón no manda marinero.
A.M. BEAUMONT