| 09 de Mayo de 2024 Director Benjamín López

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Pablo Iglesias da de lado el populismo que le hizo despuntar: ya tiene un Plan B

Su populismo fue siempre oportunista. Tanto como los gestos de cariño al PSOE, que combina con presiones para que demuestren estar del lado de los buenos (Podemos) y no de los malos: PP, C’s

| ESdiario Medios

En los mentideros políticos se asegura que la relación personal entre Pedro Sánchez y Pablo Iglesias no es precisamente idílica. Que no se soportan, se dice. Sin embargo, "esta suerte de luna de miel que disfrutan el PSOE y Podemos" sigue arrojando ríos de tinta entre los analistas. Este jueves Cristina Losada señala en Libertad Digital que "no faltan gestos de cariño, aunque todos llevan bicho dentro. Es el suyo uno de esos cariños fingidos con los que se encubre una inquina de tomo y lomo. Son las dos estrellas que se aborrecen, pero tienen que quererse y alabarse en público, por el bien de la película que coprotagonizan. Los halagos van y vienen de una a otra diva, esto es, de los socialistas a los podemitas y viceversa, y una no sabe qué le da más dentera: si lo melosos que se ponen o el odio a muerte que se profesan. Para mí, que los de Podemos son más de hacer la pelota y los del PSOE, de dejarse querer manteniendo la distancia, pero igual me equivoco. También puede que cambien los papeles de un día para el otro". 

Para Losada "no importa tanto aquí cuál es el diagnóstico concreto. Lo que importa es subrayar que hay coincidencia. Coincidencia en diagnosticar los problemas de España. Ahí es nada". 

A su juicio, "lo característico del populismo no es el diagnóstico de los problemas, sino la fijación de la culpa. Lo que ha dado éxitos a los populistas no es plantear preguntas, sino expedir certezas. La certeza, en especial, de que basta eliminar a la élite o casta, y sustituirla por ellos, para que todo vaya sobre ruedas". 

Por eso concluye que "no sé si Sánchez compartirá los diagnósticos de ese tipo. Al tiempo, tampoco está claro que Iglesias siga fiel al populismo que le sirvió para despuntar. A la demagogia, sí. En eso no ha cambiado. Pero su populismo fue siempre oportunista. Tanto como lo son esos gestos de cariño al PSOE, que combina con exigencias y presiones para que los socialistas demuestren que están del lado de los buenos (Podemos) y no del lado de los malos (PP, C’s). Yo a Sánchez no le arriendo la ganancia. Esta luna de miel va a acabar como el rosario de la aurora".