Callan a Prat: “si me hubiese besado en la boca estaría en la cárcel, es triste"

Vamos a Ver, el programa matinal de Telecinco que sustituye a El Programa de Ana Rosa, abordaba este martes 19 de septiembre toda la actualidad social del día con especial atención, como es habitual, a la crónica de sucesos.

En esas estaba Joaquín Prat cuando una demoledora frase de su entrevistada silenciaba no sólo al presentador, también al resto de colaboradores en el plató.

Les ponemos en situación a nuestros lectores: Prat tenía como invitada a María, la mujer de un Policía Local de Inca (Mallorca) que ha sido agredida por un grupo de personas, pertenecientes a un clan gitano de esa localidad y otra cercana.

¿El motivo de la agresión a esta mujer? Haber denunciado a un grupo de chavales, pertenecientes a ese clan de etnia gitana, porque instantes antes le habían destrozado su coche (aparcado en la puerta de casa).

La mujer había acudido al puesto de la Guardia Civil para denunciar los hechos y estando en el cuartel, narraba en el nuevo programa de Mediaset, recibía la llamada de una de sus hijas, de 17 años, que aterrorizada narraba que un grupo de “gitanos” estaba aporreando la puerta del domicilio para “matar” a su madre.

Varias patrullas de la Benemérita y de la Policía Local acudieron rápidamente al lugar para calmar la situación. Los agresores se habían marchado del lugar, pero poco después María fue abordada por dos hombres que intentaron asesinarla con un cuchillo de grandes dimensiones.

La entrevistada, en el nuevo matinal de Telecinco, narraba en primera persona los hechos y contaba cómo todavía estaba viva “gracias a la intervención de un policía nacional fuera de servicio que pudo reducir a los agresores”. Ella, proseguía su relato, huía con la hija del agente que estaba asustada ante lo que ocurría “su hija estaba aterrorizada y pude llamar a una puerta y pedir que me abriesen porque nos iban a matar”, explicaba con voz entrecortada en el directo de Vamos a Ver y mostrando en todo momento su cara.

Joaquín Prat, atónito

Tras refugiarse en ese domicilio, varias patrullas policiales llegaron al lugar de los hechos y se produjo una batalla campal que acabó con dos detenidos.

María repetía continuamente la palabra “gitanos” e incomodaba, por lo políticamente incorrecto, tanto a Prat como a Patricia Pardo. La agredida, además, se quejaba amargamente de la decisión de la justicia que, pese a estar amenazada de muerte y atacada por varias personas, únicamente se había adoptado la medida cautelar de dos órdenes de alejamiento, dictada para los dos individuos que la atacaron con el cuchillo.

Era el instante en el que María lanzaba la verdad que enmudecía al plató: “es muy triste, si el gitano me hubiese dado un beso en la boca ahora estaría en prisión”, protestaba, en clara alusión a la protección quizás excesiva de la ley del sólo sí es sí frente a otros delitos graves o agresiones que quedan impunes, al menos en cuanto a las medidas cautelares y preventivas previas.