La emotiva carta de Fernando Ónega al comandante del Air Canada: "Héroe"

Este lunes, todas las miradas estuvieron puestas en el cielo. El vuelo AC837 de Air Canada con destino Toronto sufrió una avería al despegar, lo que obligó a la aeronave a informar al control del aeropuerto de Barajas por problemas técnicos. Una de las ruedas del tren de aterrizaje causó problemas en uno de los motores y el avión debía regresar.

Tras sobrevolar durante más de cuatro horas el espacio aéreo cercano al aeropuerto de Madrid, el avión aterrizó con éxito. Un trabajo impecable realizado por el comandante, con la ayuda de la tripulación y todos los trabajadores del aeropuerto, que ha hecho que todos alaben la profesionalidad del piloto.

"Miedo es darse cuenta de que lleva a 130 pasajeros a bordo y tiene que salvar su propia vida y la de toda esa gente. Miedo es tener que utilizar la palabra emergencia para hablar del aterrizaje que prepara", comienza diciendo el periodista Fernando Ónega en una carta dirigida al comandante, la cual compartió en La Brújula, el programa que dirige y presenta Juan Ramón Lucas en Onda Cero.

"Ahí surge su grandeza, comandante: comunica al pasaje que tiene que volver a Barajas, pero no habla de emergencia. No quiso utilizar esa palabra para no cruzar la pequeña línea fronteriza que separa el miedo del pánico", destaca. Unas palabras en las que el periodista recalca las cuatro horas en las que el piloto esperaba "el momento de aterrizar", a la vez que trataba "que el terror no se apoderase del pasaje".

Aterriza el avión de Air Canada y así fue la escena dentro: "Lo hicimos"

"Nadie diría que a ese avión le faltaba una rueda del tren de aterrizaje. Créame, comandante, si le digo que este país, y seguramente medio mundo, sintió ganas de aplaudir. Al final de la aventura, tengo dudas de cuál ha sido su mayor mérito: haber sabido dominar la situación o haber mantenido la calma del pasaje", aplaude el periodista.

"En cualquier caso, es usted el héroe del día. Un héroe que me inspira un pensamiento: en situaciones de crisis, solo un buen piloto nos salva. Un piloto que sepa cómo hacerlo y que sepa transmitir calma y seguridad", concluye Ónega.