Lo que esconde la sonrisa delatora de Pedro Sánchez

Los rumores más que las certezas sustentan estos días la actualidad política de nuestro país mientras todos los ojos se posan sobre el Rey Felipe VI, al que le ha tocado la tarea más difícil que le impuso la democracia: lidiar. Le quedan a su Majestad las cuatro audiencias más comprometidas para poner orden en esta España a la que ya no le salen las cuentas. ¿O sí? Cuenta Juan Gastón en NuevaTribuna.es que el líder socialista es el único que parece haber encontrado la fórmula y por eso "viendo  la sonrisa que últimamente muestra Pedro Sánchez he tratado de averiguar a qué se debe. Seguro que él no lo va a explicar, pero algo más de información que el común de los mortales, e incluso que los periodistas y cronistas parlamentarios más avezados, debe tener para andar tan fuerte y relajado por la vida".

Antonio Casado en El Confidencial también anda tras la pista de la sonrisa seductora de Sánchez y escribe: "El líder socialista prosigue con sus ritos de apareamiento. No le hace ascos a ese posible pacto y eso libera la idea de que busca en La Moncloa su supervivencia en Ferraz. ¿A lo pequeño por lo grande? No tiene sentido, pero la especie ha cuajado en medio de la marea especulativa que nos confunde. Conviene esperar a la reunión del Comité Federal del PSOE previsto para el próximo día 30, donde se visualizará que Pedro Sánchez tiene votos y vetos en materia de pactos y alianzas".

Todos menos Rajoy parecen ponerse de acuerdo en este punto, Sánchez es el que de momento tiene más posibilidades de reunir efectivos para la batalla. Pero Fernando Jáuregui en Diario Crítico no quiere decirle "adiós, Rajoy, adiós" al presidente en funciones todavía aunque reconoce que hasta Albert Rivera sabe lo inevitable. "Debe estar a la espera de los acontecimientos, parece creer, así lo va diciendo, que esa es la situación; es decir, que Sánchez, aunque sea a trancas y barrancas, logrará, venciendo quizá algunas resistencias en el comité federal socialista, donde no todo es entusiasmo hacia el secretario general, llegar a ese pacto de la izquierda".

Benjamín López para ESdiario desvela cómo tiene pensando Sánchez librarse de esas resistencias del Comité de su partido." Sánchez lleva un plan a ese Comité Federal que básicamente consiste en presentar un pacto cerrado o medio cerrado con los independentistas catalanes y los nacionalistas vascos. La cesión de esos senadores no es inocente. Forma parte de esa estrategia en la que los separatistas de ERC y DiL van a edulcorar el mensaje un poco para hacérselo más digerible a la dirección socialista".

No hace falta ser un genio, como dice Jáuregui, para comprender que "Felipe VI preferiría, como otras instancias nacionales y europeas, que el acuerdo de los socialistas fuese con el PP y con Ciudadanos, aun a costa de las condiciones que fuesen –la salida de Rajoy, por ejemplo-, antes que el ‘bloque de izquierdas a la portuguesa’, al que se añadirían las complicidades tácitas o explícitas con los nacionalistas".

Un panorama que también plantea Federico Castaño en Vozpópuli, donde afirma: "Tan borrosa es la foto de situación que los partidos políticos le están trasladando al Rey para que proponga un candidato a la investidura que Felipe VI no descarta la posibilidad de que, al final, llegue la sorpresa y quien acceda a La Moncloa no sea ni Mariano Rajoy ni Pedro Sánchez".

El encuentro de Felipe VI con su conocido y nueva voz del soberanismo catalán en Madrid, Francisco Homs, fue clarividente para el Rey según cuenta Castaño porque "al finalizar la entrevista facilitó una de las claves que reflejan la dificultad que encuentra el Rey para proponer un candidato a la investidura: "La situación es muy seria, va a requerir tiempo, puede que meses, mucha paciencia y mucho diálogo porque las posiciones de los diferentes partidos están muy distantes y puede haber muchas soluciones y de signo muy distinto, pueden pasar cosas inimaginables, se puede tomar como ejemplo la creatividad de la política catalana…".

Pablo Planas deja claro en Libertad Digital que esta comparación con las soluciones imaginativas de la política catalana iba a llegar tarde o temprano: "El contagio, por tanto, era inevitable. Si la política en Barcelona es una escena patética, pobre, lamentable y ahora en manos de un personaje menor, el president yeyé; en Madrid marca la pauta un aspirante frustrado a alero del Estudiantes. Puigdemont y Sánchez, Sánchez y Puigdemont".

Parece que la única que la única que tiene claro el papelón que Sánchez e Iglesias representarán el próximo viernes ante el rey Felipe VI es Ana I. Martín que confirma para ESdiario que "Sánchez no tiene intención alguna de revelar a Felipe VI que sus planes van por buen camino. No quiere destapar aún sus cartas y menos aún precipitarse. ¿Por qué? Porque el momento del candidato socialista aún no ha llegado. Éste pretende que Rajoy se someta a una primera votación de investidura, puesto que el popular fue el más votado en las elecciones. Y, cuando fracase, lanzarse con todo".