Al volante del Mercedes GLC 300e, un SUV con doble personalidad

La idea para El extraño caso del doctor Jekyll y Mr. Hyde nació de una pesadilla monstruosa de un tipo genial: Robert Louis Stevenson. En plena madrugada, R. L. gritaba horrorizado, pero se enfadó mucho cuando su mujer lo sacó del sueño. “¿Por qué me has despertado? Estaba soñando un dulce cuento de terror”. La novela describe un trastorno disociativo de personalidad, algo así como el carácter de un coche a la vez elegante, potente y ecológico.

Hola, soy un SUV con un motor de gasolina, pero Mercedes me ofrece también con carrocería cupé y prevé tantas configuraciones diferentes que tengo un número casi infinito de hermanos. Mi personalidad bondadosa es la de un eléctrico, pero también soy un todocamino rabioso con 320 caballos. Esa cifra es la combinada utilizando conjuntamente los motores de combustión y de gasolina.

Como buen híbrido enchufable, soy dos coches en uno: cuando los casi sesenta kilómetros de conducción solo eléctrica se me agotan, tiro de la gasolina para llegar hasta el fin del mundo. Sobre mi trastorno de personalidad: me manejo bien en caminos y magníficamente en carretera y ciudad. En esta, presumo de etiqueta 0 y estaciono gratis en las zonas de pago. Como el valor a los militares, la prestancia y calidad de la marca se me suponen. Llevo a bordo sistemas de ayuda a la conducción de última generación y, en cuanto a mis defectos, a veces pienso que llevo demasiada información en tablero, muchos datos por todas partes.

Mi nombre oficial es Mercedes GLC 300e 4Matic. Esto es un sistema 4MATIC exclusivo de tracción a las cuatro ruedas desarrollado por Mercedes Benz. Mejora el confort del vehículo sin incrementar su peso, pero sobre todo aumenta la seguridad. Si quieres ir seguro sobre cualquier superficie, ni delantera ni trasera: cuatro ruedas motrices. En modo de cambio automático, equipo nada menos que nueve marchas.

Todavía más personalidades: ofrezco cuatro modos de conducción: Individual, Eco, Confort y Dynamic. Este último es el deportivo y, con él seleccionado, corro de verdad. Si seleccionas esta posición, todo cambia en mí: dirección, suspensiones y comportamiento dinámico. Seré sincero: si no tienes en casa poste propio de recarga, no me sacarás todo el partido deseable. En ese caso, compra un Mercedes GLC 300 diésel o de gasolina. Si quieres ir a trabajar sin pasar casi nunca por la gasolinera y después poder hacer un viaje largo durante el fin de semana, soy tu máquina. Me llamo Henry Jekyll y soy un médico inglés muy respetado, pero a veces también soy Edward Hyde.