Inteligencia sabe la forma de esquivar a Iglesias y darle la información mínima
¿Accederá el vicepresidente a materias reservadas? "Difícilmente", aseguran desde los servicios de Inteligencia, donde deslizan: "Siempre hay formas de cumplir… sin contar del todo".
“Sería dejarnos desnudos ante el enemigo y regalarles una victoria simbólica”. Así resumen las fuentes consultadas de los servicios de Inteligencia la posibilidad de que Bildu especialmente (pero también ERC o JxCat) pueda acceder a la Comisión de Secretos Oficiales del Congreso.
Este asunto, según dichas fuentes, preocupa más que la presencia de Pablo Iglesias en la Comisión Delegada del Gobierno para Asuntos de Inteligencia, en Moncloa.
La inclusión del vicepresidente segundo en la Comisión, de todos modos, “sin sentido ninguno” ha levantado ampollas y ha provocado desconfianza en los servicios de Inteligencia e Información. Con todo -señalan las fuentes- “el daño es menor” porque la Comisión se reúne apenas una vez al año para fijar “de forma genérica” los objetivos de la Directiva Anual de Inteligencia, en la que el Ejecutivo marca al CNI sus prioridades anuales. “Luego ya es el CNI el que desarrolla la Directiva de forma operativa y en detalle”.
“Más parece un truco político para dejar contento a Iglesias”, interpretan fuentes de Moncloa. La pregunta es: ¿Accederá Iglesias a materias reservadas? “Difícilmente”, señalan las fuentes, “y en cualquier caso siempre hay formas de cumplir… sin contar del todo”. “La Comisión la manejará Carmen Calvo, que no le pondrá las cosas fáciles, creemos, salvo que Sánchez se lo ordene”.
Más preguntas: ¿La presencia de Iglesias en la Comisión le servirá para decidir o conocer si, entre los objetivos del CNI, hay asuntos que pueden concernirle? “Muy por encima”, tranquilizan las fuentes, que indican que el mayor daño de la noticia es el efecto de desconfianza interna, de abajo a arriba, “por nuestra dinámica de trabajo”, que puede provocar en el propio CNI y en los servicios de Información de Policía y Guardia Civil y la desconfianza que provoca, cara al exterior, en nuestros servicios aliados.
“Nuestro trabajo y nuestra relación se basa en la confianza y la presencia en la comisión de una persona como Pablo Iglesias, ligada a Venezuela, Bolivia o Irán afecta”. “Nuestros aliados no lo entienden en absoluto”.
Lo que está claro es que la figura de Iglesias tan cerca, al menos, de los secretos del Estado genera una enorme desconfianza entre los funcionarios que se dedican a servir al Estado en estas posiciones, muchas de ellas muy complejas y sacrificadas. Las fuentes consultadas quieren pensar que Pedro Sánchez o Iván Redondo son conscientes del “riesgo” que supone darle a Iglesias acceso a materias reservadas y que “no jugarán con ello por sus simples intereses políticos particulares”.
Bildu en la Comisión de Secretos Oficiales del Congreso
Pero, por sus características, preocupa más la futura composición de la Comisión de Secretos Oficiales del Congreso, que controla al CNI, el destino de los gastos reservados y que puede solicitar informes y documentos reservados y secretos. La preside la propia presidenta del Congreso y sus miembros suelen ser los portavoces de cada grupo parlamentario. Eso sí, tienen que ser elegidos en Pleno por 210 votos con un sistema de votación similar al de los miembros de la Mesa del Congreso.
ERC, Bildu y JxCat (a través del Grupo Plural) tienen, por tanto, derecho a estar en la comisión. El cruce de apoyos y bloqueos para obtener esos 210 votos es tan enrevesado que, ahora mismo, la constitución de la comisión es prácticamente imposible. “No está aún en la agenda”, señalan fuentes de la dirección del Congreso. Si PP, Vox y Cs se unieran, ni Bildu ni los independentistas catalanes entrarían, pero, en ese caso, es previsible que el PSOE vetara la entrada, a su vez, cuanto menos de Vox. Por no hablar de un posible veto de Vox a Podemos o viceversa.
Podemos ya estuvo en la comisión en la legislatura 2016-2019
ERC y el, entonces, PDeCat (antecesor de JxCat) también. El PP les permitió acceder. Su presencia generó tal desconfianza en pleno procès que los trabajos de la comisión resultaron muy superficiales. “Las preguntas o informes solicitados eran irrelevantes y las respuestas del general Sanz Roldán u otros comparecientes muy superficiales”, recuerdan fuentes parlamentarias.
Ahora, no cabe esperar, señalan fuentes de la Inteligencia, ni de Paz Esteban (nueva directora del CNI) ni de nadie que pudiera comparecer otra actitud distinta. La identidad de agentes, medios usados o fuentes de información no es asunto específico de la Comisión y “jamás se revelarían”.
En cualquier caso -señala alguien con experiencia de años en la lucha antiterrorista- la presencia de Bildu tendría para ellos “un valor simbólico ahora que venden a los suyos la idea de que no fueron derrotados y que van consiguiendo victorias poco a poco junto a ERC”. “Pero, sobre todo, sería -dice- una ofensa a las víctimas de ETA y a tantos agentes que sacrificaron su vida entera y se la jugaron para combatirles y vencerles”.
Está por ver hasta qué punto ERC y Bildu usan, también para esto, esa “alianza estratégica” de la que tanto presume Arnaldo Otegi y hasta qué punto ERC presionará a Sánchez para regalarle a los herederos de ETA esa victoria simbólica de estar en el corazón de la comisión que controla los secretos del Estado al que quisieron derrotar y no pudieron.
La pelota, en el tejado de Pedro Sánchez.