Sánchez viajó a Valencia en Falcon y luego volvió a Moncloa a criticar el avión
El socialista volvió a elegir la comodidad del avión presidencial frente al AVE para desplazarse al Congreso de la UGT, un día antes de demonizar los vuelos cortos por contaminantes.
Pedro Sánchez viajó en Falcon a Valencia apenas 24 horas antes de anunciar la muerte de los vuelos cortos, de menos de dos horas y media, para 2050.
El presidente del Gobierno se desplazó el miércoles por la mañana a la capital del Turia para participar en el 43º Congreso Confederal de la UGT y tras participar en la sesión de control al Gobierno en el Congreso.
Una vez más, Sánchez tiró de Falcon 900B del Ejército del Aire, a pesar de que hay conexión entre Madrid y Valencia en AVE, y bastante más económica: una hora de vuelo en el avión presidencial cuesta unos 5.600 euros.
Aterrizó en el aeropuerto de Manises y desde allí fue trasladado en coche oficial al Palacio de Congresos de la ciudad, según ha podido confirmar ESdiario.
La predilección del socialista por el Falcon es ya un clásico. Pero en esta ocasión el agravante es que solo un día después éste criminalizó el uso del avión para distancias cortas durante la presentación del informe España 2050.
En concreto, en el documento se recomienda "prohibir los vuelos en aquellos trayectos que puedan realizarse en tren en menos de 2,5 horas" para reducir la contaminación. El objetivo de los expertos es que en 2015 el sector del transporte haya rebajado sus emisiones a la atmósfera en dos millones de toneladas.
Sánchez es, de hecho, uno de los principales profetas de la "emergencia climática" en el mundo. El pasado mes de diciembre, durante la Cumbre de Ambición Climática de la ONU, el presidente presentó la Estrategia a Largo Plazo del Gobierno de España para alcanzar la neutralidad climática en 2050 y alertó:
"La emergencia climática es el mayor desafío de nuestra civilización. Debemos entender, por tanto, que la acción climática no es solo una inversión potencial para nuestras economías, que lo es, sino una obligación para la seguridad de nuestros ciudadanos y ciudadanas, y también, una garantía de futuro para las próximas generaciones".
Sin embargo, su preocupación no le ha hecho bajar el pistón con el Falcon. Porque además Presidencia del Gobierno se las ha ingeniado hasta ahora para sortear al Consejo de Transparencia y no dar grandes explicaciones sobre sus viajes en el avión presidencial.
En febrero rizó el rizo y acudió a inaugurar el tramo de de Alta Velocidad entre Madrid y Orihuela (Alicante)... también en Falcon. Lo ha usado también para ir a Sevilla, a Salamanca, a Valladolid...
Una campaña que organizó el PP en un local de la calle Ferraz, con el nombre "Falcon Viajes".
Y no solo como presidente. Con motivo de las elecciones generales de abril y las de noviembre de 2019, Sánchez utilizó el Falcon para nueve actos de su partido de forma irregular o cuanto menos cuestionable, como desveló este periódico. En concreto en Granada, Vitoria, Gijón, Málaga, Salamanca, Huelva, León, Cáceres y Vigo.
La coartada
La jugada era siempre la misma: su Gabinete se ocupaba de programarle algún acto institucional en todos esos destinos para que tuviera coartada y motivo para usar los recursos del Estado para lo que en realidad eran actos del PSOE.
Desde el principio la oposición ha intentado controlar el uso del Falcon, pero sin éxito. El año pasado el PP registró una petición en las Cortes para que la Comisión para las Relaciones con el Tribunal de Cuentas instara a dicho órgano a llevar a cabo "una fiscalización operativa y de cumplimiento acerca del funcionamiento del 45 Grupo de la Fuerza Aérea", que es el que se ocupa de los desplazamientos aéreos del Rey y del presidente del Gobierno. Porque a día de hoy sigue sin haber una regulación del uso del Falcon.
Pero aquella iniciativa del PP sigue en un cajón y a Sánchez no le interesa darle aire.