Los pactos entre PP y Vox: siete claves para entenderlos y la 'fórmula Feijóo'
El líder del PP y Abascal han hablado bastante en estos días y lo que en principio fue un dolor de cabeza se ha tornado en una sucesión de acuerdos para formar Gobierno en muchas comunidades
A veces el dedo no nos deja ver la luna. Entre torpezas propias y ataques desmedidos del PSOE y sus socios, los pactos PP-Vox han enredado a las dos formaciones en una espiral nada beneficiosa para sus intereses. Si se quieren evitar fricciones y dar munición a la izquierda hay varias claves que ambos partidos deberían asumir y la opinión pública debería conocer:
1.- El PP quiere gobernar solo y Vox querría gobernar en solitario
A veces hay que recordar lo evidente. Es de perogrullo que cualquier partido quiere gobernar en solitario, a ser posible con mayoría absoluta. No hay duda de eso. Lo quiere Alberto Núñez Feijóo y lo querría Santiago Abascal si aspirara a ser el partido mayoritario el 23J. El enfado de Vox cuando desde el PP se afirma que quieren evitarlos es pura ficción. La realidad es que es lo normal. Luego los ciudadanos van a las urnas, ponen a cada uno en su sitio y obligan con sus votos a actuar de una manera u otra.
2.- La inmensa mayoría de los votantes de Vox y PP quieren que sus partidos pacten
No es una suposición, es una realidad. Hace unos días, Gad3 publicó en Nius una encuesta que desvela que un altísimo porcentaje de votantes del PP y más aún de Vox ven bien los pactos entre ambos: en concreto el 66% de los que votan al Partido Popular espera esos pactos cuando son necesarios y el 10% se muestra indiferente. Es decir, el 76% no rechaza esos acuerdos. En el caso de los votantes de Vox, todavía es más unánime: el 91% quiere el pacto y al 3% le es indiferente. Así que Vox y PP deben actuar en función de sus votantes, no de los ajenos.
2.- No todas los pactos de Gobierno del PP tienen que pasar por un acuerdo con Vox
No está escrito sobre mármol que el PP y Vox tengan que pactar. Si existe otra alternativa podría darse y, de hecho, se ha dado. En el caso de Cantabria, María José Sáenz de Buruaga ha sido investiga gracias a la abstención de los diputados de ERC. Vox ha votado en contra. Nada reprochable ni a unos ni a otros. Son dos partidos distintos, con ideas parecidas en algunas cosas y bastante diferentes en otras.
3.- Feijóo y Abascal hablan y acuerdan
Núñez Feijóo ha reconocido abiertamente que habla con Abascal. No es nuevo. Han hablado bastante desde el 28M y más aún después de lo ocurrido en Extremadura, donde el desencuentro inicial entre el PP y Vox facilitó que el PSOE se hiciera con la presidencia del Parlamento extremeño. La intervención de ambos ha sido clave para despejar el camino.
4.- La fórmula Feijóo para los pactos con Vox
En un primer momento, tras el 28M, el PP defendía el número de escaños como un criterio a seguir para valorar la entrada en el Gobierno de Vox. En esa formación sin embargo se hablaba de calidad de los escaños, más que cantidad. “Un solo escaño que separe de la mayoría puede valer más que 20 si el ganador tiene mayoría absoluta”, mantienen desde Vox.
Al final Feijóo ha propuesto una fórmula que parece que se está aplicando en todas partes: si el PP suma más que la izquierda junta, Vox no entra en el Gobierno. Eso implica, con otras palabras, que allí donde el PP no necesite el sí de Vox y le baste una abstención los de Abascal se quedan fuera. Es el caso de Baleares, por ejemplo. Por el contrario, donde se necesite el sí, Vox debe formar parte del Gobierno.
Esta misma fórmula es la que propone Feijóo para el Gobierno de España después del 23J, con una salvedad que nos remite de nuevo al punto 2 de este artículo.
5.- Los pactos PP-Vox son legítimos
Tanto el PP como Vox son partidos democráticos que respetan la ley y la Constitución. Es legítimo y legal que pacten cuándo y cómo consideren oportuno. No se puede poner en una misma balanza a Vox y a Bildu. Es un disparate poner a la misma altura al partido que acoge a muchas víctimas de ETA y al que acoge a los verdugos de esas personas. Es inmoral e indigno y nadie debería comprar esa mercancía averiada.
Una reciente encuesta de Gad3 desvela que un altísimo porcentaje de votantes del PP y más aún de Vox ven bien los pactos entre ambos partidos
6.- La formación de los Gobiernos autonómicos va a dar un impulso al PP para las elecciones
Después de algún que otro momento de zozobra, al final los pactos PP-Vox dan lugar a investiduras y a formación de Gobiernos en muchas comunidades antes justo del 23J. Esas imágenes de la victoria van a espolear, motivar y fortalecer a ambos partidos ante la opinión pública. Son un activo para Feijóo y para Abascal.
7.- Pedro Sánchez esconde sus pactos con Bildu hasta después del 23J
El presidente del Gobierno dedica buena parte de su tiempo a criticar los pactos entre el PP y Vox mientras trata de esconder los suyos. Habla de una entente con Yolanda Díaz que sería su vicepresidenta, como si bastara con eso, como si no necesitara también a Bildu, ERC, PNV…
La realidad es que Sánchez necesita la coalición Frankenstein 2.0 si quiere seguir en la Moncloa. Así lo certifican todas las encuestas. Ahora dice que la separara “un abismo” de Bildu. De hecho, en Navarra está retrasando su pacto con los abertzales hasta después del 23J pero la realidad es que si María Chivite quiere volver a ser presidenta necesita imperiosamente a sus socios.