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CRISIS EN LA COALICIÓN DE GOBIERNO

La mayor guerra en el seno de este Gobierno: ¿se están preparando en Sumar y en Podemos para nuevas elecciones?

Yolanda Díaz incendia la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros. Las formaciones a la izquierda del PSOE buscan ya diferenciarse y posicionar sus discursos en el debate político, aunque eso implique una confrontación directa con los planteamientos de Pedro Sánchez.

Pedro Sánchez junto a Yolanda Díaz

Pedro Sánchez junto a Yolanda DíazEuropaPress

Abel Martín
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“Esta decisión no es muy progresista. Nosotros no hemos cambiado de posición, ha cambiado el PSOE”. Con estas palabras resumen desde el entorno de la vicepresidenta segunda del Gobierno la postura de Sumar y la decisión adoptada por la vicepresidenta primera del Ejecutivo. Es decir, los socios de coalición de Pedro Sánchez evidencian que María Jesús Montero –siguiendo instrucciones del presidente- ha decido que, por primera vez, los trabajadores que perciban el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) van a pagar el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF).

Es evidente que hay una gran tensión sobrevolando en el seno del Gobierno desde hace tiempo. Se han puesto de manifiesto importantes discrepancias con la reducción de la jornada laboral, en la que Yolanda Díaz y Carlos Cuerpo acabaron enfrentados, hasta que Pedro Sánchez le ordenó a su ministro que cediera. También son notarias las diferencias en materia de vivienda o, incluso, en lo que respecta al aumento del gasto militar que exige, desde la Casa Blanca, Donald Trump. Pero, nunca hasta ahora, se había vivido un enfrentamiento tan directo, que más que otra simple batalla puntual se asemeja más el inicio de una guerra.

“Lo han tenido que improvisar”

Lo que apuntaba a ser una noticia con la que sacar pecho para los socialistas al elevar el Salario Mínimo Interprofesional hasta los 1.184 euros mensuales en 14 pagas -16.576 euros anuales-, se ha transformado en toda una crisis dentro de la coalición gubernamental porque no habrá exención fiscal para los trabajadores que perciban estas cantidades. “Esta mañana no lo sabía nadie. Lo han tenido que improvisar ahora”, nos confirmaban fuentes del ministerio de Trabajo. Minutos antes de que arranque la comparecencia semanal en Moncloa, salta la noticia. Con los cuatro comparecientes ya en sus sillas, la tensión se puede cortar. Desde el entorno de Presidencia del Gobierno prefieren una voladura controlada de la información antes de que los periodistas formulen sus preguntes en directo. La jugada no parece la más acertada, a tenor de la cascada de acontecimientos.

Con el turno para la prensa, a la ministra de Trabajo se le pregunta si le han comunicado la decisión o si en el Consejo de Ministros ha habido deliberación al respecto. “No puedo desvelar el contenido del Consejo de Ministros”, dice Yolanda Díaz. Una afirmación que podía haber dejado en ese punto, si no hubiera querido prender la mecha del fuego que se ha originado este martes en la sala de prensa del Palacio de La Moncloa. “Pero, como este debate no existió -el de que tributen o no las personas que perciban el nuevo Salario Mínimo Interprofesional-, sí digo que no hubo ni deliberación en el Consejo de Ministros ni comunicación a ninguna de las partes que componemos el espacio de Sumar en el Gobierno. Por tanto, me he enterado por ustedes, ante los medios de comunicación”. Mientras Díaz lanza el mechero al charco de gasolina que ella misma acaba de dibujar alrededor de la mesa, a su izquierda sonríe el ministro Bustinduy.

“Eso no es así”

Testigos directos de cómo se propagan las llamas son los periodistas presentes en la sala. Los mismos que certifican la tirantez y el ambiente irrespirable entre los socios de Gobierno. Más, cuando la líder de Sumar se recrea en sus explicaciones. “He hablado esta mañana con María Jesús Montero. Me he sentado a su lado en una comisión interministerial. Pero digo la verdad, nos hemos enterado por la prensa y por ustedes. En fin, me refiero a los hechos”. A su derecha –en la mesa- la ministra portavoz no puede morderse la lengua al ver que las llamas ya la alcanzan los pies. Así que susurrando, pero con un tono de voz lo suficientemente alto para que lo capten los micrófonos, Pilar Alegría replica en los siguientes términos, mientras finge ordenar la documentación y mira de reojo a su compañera de gabinete: “Eso no es así”.

A diferencia de lo que recoge la imagen realizada que se emite en directo, los presentes en la sala pueden contemplar todo lo que pasa ante sus ojos. De ahí, que una periodista le pregunte a la vicepresidenta segunda del Gobierno de qué se ríe cuando la portavoz del Ejecutivo habla de “pedagogía fiscal”. Sin duda, es el momento más incómodo de la comparecencia. Yolanda Díaz le quita hierro al asunto y da unas explicaciones que acaban en un silencio muy incómodo. Tan incómoda como la posición que tiene Sumar ahora mismo dentro de un Gobierno ‘sanchista’ que usó a la formación para cerrar por dentro la puerta de Moncloa y que ha visto cómo su proyecto político ha sido fagocitado por su propio socio de coalición.

Sumar y Podemos piensan en elecciones

Ante este panorama, en el que Yolanda Díaz conoce mejor que nadie lo difícil y tortuoso que está siendo el camino que siempre desemboca en Waterloo, Sumar –al igual que ya reconocen abiertamente desde Podemos- se está preparando para lo que pueda venir en el corto o medio plazo. Es decir, un adelanto electoral. Muy a su pesar por lo que dicen las encuestas, Sumar ya trata de imponer su propio discurso. Sobre todo, en las políticas que han tratado de abanderar. “Vamos a seguir presionando a la ministra de Hacienda. Estamos convencidas que van a rectificar”. Así de contundente se muestra horas más tarde del Consejo de Ministros Aina Vidal, portavoz adjunta del Grupo Parlamentario de Sumar, después de que su partido, Podemos e, incluso, el PP registren una proposición de ley en el Congreso de los Diputados para mantener exentos del pago del IRPF a los perceptores del salario mínimo.

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