Sánchez aprovecha la muerte del Papa para aprobar el gasto del 2% del PIB en defensa que rechazan sus socios

Con toda la información y la mirada puesta en la muerte del Papa Francisco, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha aprovechado casualmente para aprobar una de las medidas que le exige Europa pero que rechazan sus socios y le ponían en un brete: el aumento del gasto en defensa hasta el 2% del PIB. El propio Sánchez ha comparecido dando una multitud de justificaciones y circunloquios verbales para intentar justificar ese aumento en gasto militar que desde la izquierda ven con recelo. Por cierto, Pedro Sánchez anuncia que no lo someterá a votación del Congreso, saltándose el poder legislativo y asegurándose así no perder una votación que tenía difícil. 

Pedro Sánchez ha asegurado que con el plan aprobado por el Consejo de Ministros, “España cumplirá en 2025 el objetivo del 2% del PIB en gasto en defensa”, un objetivo según él comprometido por el Gobierno de Mariano Rajoy en 2014 -le echa la culpa al anterior-, pero que aún no se había cumplido. Para llegar a ese porcentaje, el presidente del Gobierno anuncia inversión de 10.471 millones de euros, para subir el gasto militar del 1,4% actual al 2% comprometido.

El presidente del Gobierno ha justificado que el aumento del gasto en defensa “no es para tanques y aviones” pues para Pedro Sánchez “los enemigos de Europa no solo usan misiles y tanques para agredirnos, como ocurre desde hace tres años en Ucrania. También usan drones no tripulados, fuerzas paramilitares para sabotear cadenas de suministro, cortar gasoeductos o recurren a las redes sociales para desinformar a la población y usan los ciberataques articulados con IA”, una excusa dirigida a sus socios que rechazan este incremento del gasto militar.

¿Y de dónde sacará Pedro Sánchez esos 10.471 millones de euros? El presidente del Gobierno ha prometido que no se subirán impuestos, que no se incurrirá en mayor déficit y que no se verá mermado el Estado de bienestar -luego ya sabemos que acostumbra a cambiar de opinión-. Para ello, Sánchez ha argumentado que “España, como potencia económica que es, no se va a quedar fuera de ese proceso de cambio de era, sino que estaremos en el centro. Para ello, es imprescindible cumplir con los objetivos de inversión que exigen los socios europeos. Será este Gobierno quien cumpla con lo que otros incumplieron”, como siempre puya contra Rajoy pese a haber pasado 7 años.

Pedro Sánchez ha dividido este aumento del gasto en defensa en un el 35% que será la mejora de las condiciones de tropa y marinería, para lo que hace meses ya anunció una subida salarial. El 31% de la inversión será elaborar, fabrica, y adquirir nuevas capacidades de telecomunicaciones y de ciberseguridad. el 15% del plan se destinará a la adquisición de nuevos equipos de defensa y disuasión, “no para atacar porque España es pacifista y cree en la diplomacia, sino para disuadir”, vuelve a justificarse el presidente ante el rechazo de sus socios. El 17% será para reforzar las capacidades duales para ayudar, no sólo en el campo militar, sino también a emergencias y desastres naturales, y el resto del dinero a la mejora de la seguridad en las misiones de los soldados españoles.