Sánchez vuelve a plantar al Rey: ausente en la entrega del Cervantes a Álvaro Pombo
La cultura vuelve a unir a los españoles mientras el presidente del Gobierno opta por la distancia institucional. Los Reyes presiden el homenaje al autor cántabro con la ausencia notoria de Pedro Sánchez.
Los Reyes Felipe VI y Letizia durante una almuerzo, en el Palacio Real, a 22 de abril de 2025, en Madrid (España).
En un nuevo gesto que no ha pasado desapercibido, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha vuelto a ausentarse de un acto de alta carga simbólica e institucional: la entrega del Premio Cervantes. La ceremonia, que este miércoles ha reunido a lo más destacado del mundo de las letras hispanas en el Paraninfo de la Universidad de Alcalá, ha contado con la presencia de los Reyes y del ministro de Cultura, Ernest Urtasun, pero no del jefe del Ejecutivo.
Una ausencia que ya no sorprende, pero sí escuece. Porque no es la primera vez que el presidente rehúye estos actos de Estado, donde la Corona ejerce su papel de máximo representante institucional y la cultura brilla como elemento vertebrador de la nación. Esta vez, el motivo era honrar a Álvaro Pombo, autor santanderino que recibe el máximo galardón de las letras en español, en un emotivo acto también marcado por el reciente fallecimiento de Mario Vargas Llosa.
Los Reyes han presidido el evento con la cercanía y el respeto que lo caracteriza, en una ceremonia que ha contado con los discursos del monarca, del ministro de Cultura y del propio Pombo, quien más tarde protagonizará la tradicional lectura continuada del Quijote en el Círculo de Bellas Artes de Madrid.
Una ausencia que incomoda
En el entorno cultural y político no ha pasado desapercibido el nuevo “plantón” institucional de Sánchez, al que ya se le reprochó recientemente su no asistencia al funeral del Papa. Sectores críticos señalan que esta reiterada actitud del presidente refleja una creciente desafección hacia los grandes símbolos de la unidad institucional del país.
El ministro Urtasun, visiblemente comprometido con el homenaje, defendió la figura de Pombo como "una voz literaria única" y destacó la valentía y profundidad de su narrativa. Sin embargo, no todos los presentes han podido evitar comentar en privado lo que ya muchos califican como una falta de respeto al galardonado, a la cultura española y a la Jefatura del Estado.
Álvaro Pombo: literatura como vida
El autor cántabro, de 85 años, ha sido reconocido por su “extraordinaria personalidad creadora” y por haber construido un universo literario “imprescindible”. Su discurso, cargado de emoción, ironía y verdad —como sus novelas— ha sido un canto al poder transformador de la palabra.
Con frases como “leer es comprender; comprender es vivir”, Pombo ha recordado que la literatura es una forma de entender el mundo, de sanar, de rebelarse y de trascender.
Una ceremonia brillante, pero con sombra política
La entrega del Cervantes es, por tradición, uno de los actos más solemnes y representativos de la cultura española. Esta edición, que debería haber sido un punto de encuentro institucional, ha vuelto a evidenciar las grietas en la cohesión del poder central. Porque si algo debería unir a todos, más allá de ideologías, es la cultura. Y hoy, una vez más, el presidente ha decidido no estar.
