La emergencia climática de Sánchez: contaminó en sus vuelos a los incendios lo mismo que 60 familias en un año

La 'emergencia climática' se ha convertido en el nuevo comodín del PSOE, superando en los últimos tiempos al clásico Franco o la ultraderecha. Todo en el socialismo sanchista se puede justificar aludiendo al cambio climático, convertido en emergencia que así asusta más, o se le echa la culpa y listo. Así que Pedro Sánchez se plantó en los incendios que están asolando España y en lugar de aportar soluciones se dedicó a hacer un mitin sobre la emergencia climática, pero lo que no dijo es que mientras él y los suyos dan la turra con el tema, el presidente del Gobierno no es que tenga una actitud muy responsable con el medio ambiente, y para muestra la contaminación que dejó con sus idas y venidas en Falcon y Super Puma para visitar las zonas quemadas, equivalente a 60 coches contaminando un año.

Pedro Sánchez sumó 18 vuelos en Falcón para sus visitas a los incendios de Orense, León, Cáceres, Zamora y Asturias, a lo que hay que sumar el Super Puma para desplazarse entre las zonas afectadas. En 10 de esos vuelos por cierto el avión viajó vacío. Esto equivale a 35 horas de vuelo. En términos de emergencia climática que tanto repetía Sánchez en sus visitas a las zonas afectadas, supone que cada trayecto entre Lanzarote y la Península Ibérica requiere entre 2.400 y 4.000 litros de combustible, según la distancia.

Esto significa que los 18 vuelos contabilizados en los vuelos de Pedro Sánchez suponen un gasto que oscila entre 43.000 y 72.000 litros de combustible, o traducido en emisiones, hablamos de unas 120 toneladas de dióxido de carbono vertidas a la atmósfera en apenas unos días. Para ponerlo en contexto: un coche medio emite unas 2,4 toneladas de CO₂ al año. O lo que es lo mismo, los vuelos del presidente del Gobierno que tanto pregona contra la emergencia climática equivalen a las emisiones anuales de 50 a 60 familias españolas enteras moviéndose en coche durante todo un año.

Pedro Sánchez ha contaminado en sus desplazamientos en vacaciones la energía consumida por 70 casas de españoles en un año o 30 vueltas a la Tierra en un coche convencional. Mientras el presidente del Gobierno presume de liderazgo en la lucha contra el cambio climático y exige sacrificios a los ciudadanos en nombre de la “transición verde”, su verano en Lanzarote deja tras de sí una huella de carbono que supera la de un pueblo entero de esos donde fue a hacerse la foto y dar el mitin climático. La emergencia climática es un problema según él, pero aplícatelo tú, que él ya se encarga de contaminar por ti y por el resto.