Page planea tirar la toalla: no repetirá de candidato si la ola anti Sánchez le deja sin opciones de ganar

“Lo decidirá mi familia”, es la respuesta que daba el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, cuando le preguntan si se va a volver a presentar a la reelección. El dirigente socialista ya abre la puerta a no ser candidato, una decisión sorprendente pues le dejaría sin ser un barón del PSOE, el único con mayoría absoluta y de los pocos que ha sobrevivido a nivel electoral. La familia es la excusa, la realidad detrás es otra: Page no está dispuesto a quedar como un perdedor por culpa de Pedro Sánchez.

El presidente castellanomanchego se escudaba en que “las familias de la clase política sufren una barbaridad” para dejar en el aire su candidatura y no confirmarla, pero en la misma declaración permitía entrever sus verdaderas razones: tiene pánico a la ola anti Sánchez que puede ser un tsunami en las elecciones autonómicas de dentro de dos años, especialmente si el presidente del Gobierno las hace coincidir con las generales. El dirigente de Castilla-La Mancha apunta que muchas alcaldías socialistas se perdieron por culpa de la política nacional y que “querer al PSOE también es hacer lo posible para que los candidatos saquen los mejores resultados”.

Pero como Pedro Sánchez hará lo de siempre, lo que le dé la gana a él y le beneficie sin pensar en los demás o en su partido, Page ya se prepara a que, si debemos votar todo en 2027, coincidan o no las autonómicas y las generales, eso puede hacerle perder en Castilla-La Mancha y quedar arrasado por la derecha. El sanchismo habrá muerto, sí, pero el antisanchismo que él encarna internamente también, pues sería otro perdedor, y con ello no habría alternativa en el PSOE post Sánchez donde el sanchismo intentará seguir con el control -de ahí que el presidente haya puesto a sus ministros y peones a dirigir las federaciones-.

Page sufrió en 2023 -por un escaño no perdió- y los escándalos y pactos de Pedro Sánchez ya provocan que las encuestas indiquen que habría vuelco en Castilla La-Mancha. El presidente castellanomanchego renunciaría por tanto a ser candidato para no ser una víctima más del sanchismo y quedar arrasado por la derecha para así, una vez Pedro Sánchez y el PSOE pierdan las autonómicas y generales, presentarse como el único que quedó indemne a nivel electoral para montar una alternativa sobre las cenizas del sanchismo donde todos habrán quedado calcinados en las urnas. Si se presenta y la derecha arrasa en Castilla La-Mancha, pierde esa autoridad moral y sería un barón perdedor más, así que más vale resguardarse sin ser candidato para luego presentarse ante el PSOE como el salvador.