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La íntima amistad de Torres con Koldo García le deja en el precipicio: "si lo consigues, me dejo violar"

"No voy a darte un beso porque tardo un poco", señalaba el ex asesor de Ábalos al ministro de Política Territorial, que presumía de interferir para que pagaran a la trama: "he dado el golpe preciso en la mesa"

El ministro de Política Territorial y Memoria Democrática, Ángel Víctor Torres

El ministro de Política Territorial y Memoria Democrática, Ángel Víctor TorresEuropa Press

Enrique Martínez Olmos

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Las conversaciones entre Ángel Víctor Torres, actual ministro de Política Territorial, y Koldo García, el asesor personal de José Luis Ábalos, dejan al primero colgado del abismo judicial y moral. La UCO de la Guardia Civil ha puesto negro sobre blanco los mensajes de un vínculo que se movía entre la sumisión y la camaradería del entonces presidente de Canarias con la trama de corrupción. En uno de esos mensajes, Koldo García llega a suplicar a Torres que desbloquee el pago de las mascarillas a las empresas de su amigo, el empresario Víctor de Aldama, con una frase que ya pasará a los anales de la vergüenza política: “Por favor, ¿puedes intentar que acepte? Si lo consigues se acabó esta mierda, me dicen. Y según yo leo no es tanto. Por Dios, si lo consigues me dejo violar por ti”. “lo último, no”, respondía con ironía Torres.

Una súplica a Torres que mezcla favores y un tono de camaradería que la propia UCO ha tenido que subrayar su relevancia. Porque tras esas frases grotescas se escondía una comisión de 10.000 euros mensuales, que Koldo García cobraba religiosamente a cambio de “resolver cualquier problema” con la administración.

Los agentes de la UCO han documentado cómo Koldo García escribía a todas horas al entonces presidente de Canarias: “Estos chicos se van a pegar un tiro”, le escribió en junio de 2020, refiriéndose a los empresarios que esperaban el cobro. Y Ángel Víctor Torres, lejos de apartarse, le tranquilizó prometiéndole el pago inmediato: “Yo les llamo cuando esté la transferencia hecha. Ya está la orden firmada y hoy terminaban el documento contable para cargar el pago”. La conversación siguió en el tono de siempre: “No voy a darte un beso porque tardo un poco”, replicó Koldo. “Yo los llamo”, insistió Torres. “Menos mal, es que los pobres ya no saben qué hacer”, termina el ex asesor de Ábalos.

El entonces presidente del Gobierno de Canarias terminó cumpliendo las órdenes del asesor de Ábalos, moviendo la maquinaria administrativa para desbloquear pagos sin comprobaciones técnicas. “He dado el golpe preciso en la mesa”, llegó a escribirle el propio Torres en julio de 2020 a Koldo García, cuando volaba hacia Tenerife para cerrar la operación.

La Guardia Civil ha documentado incluso un audio en el que el ahora ministro de Pedro Sánchez promete a Koldo García “vencer la resistencia” de los técnicos que se negaban a aprobar las facturas. Y añade que hablará personalmente con Víctor de Aldama, el empresario al que dice no conocer: “Hablaré hoy con la persona que conocí el otro día en el restaurante”, escribió, refiriéndose al propio Aldama y a una comida en el Jai Alai.

En otro mensaje, Torres llega incluso a pedir disculpas al asesor de Ábalos: “Lo siento, Koldo, porque esto no es presentable”. El informe de la UCO, ahora en manos del juez, coloca a Torres en la línea roja del caso Koldo. No como un espectador, sino como un actor que atendía súplicas, prometía pagos y hablaba con empresarios investigados por comisiones. Todo mientras ejercía como presidente de Canarias.

En Moncloa guardan silencio. Pero el silencio ya suena a miedo. Porque si Torres cae, cae un ministro en activo de Pedro Sánchez. Y lo que hasta ayer parecía una “trama periférica” empieza a rozar la moqueta del Consejo de Ministros. La amistad de Torres con Koldo García fue, al parecer, mucho más que política. Fue una relación de favores, promesas y confesiones impresentables. Y ahora, con los mensajes sobre la mesa, el ministro camina al borde del precipicio.

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