Un San Isidro de toros y toreros con otro concepto

A quienes me preguntan sobre los carteles estrella, aquellos que van a ser un éxito asegurado, les digo siempre lo mismo: “soy periodista, no adivinador”.

El santo patrón de los madriles se va a encontrar con unos carteles distintos a los de otros años. Pero, no porque haya o no figuras, sino por su configuración, por su composición totalmente distinta a la de ediciones anteriores. (San Isidro 2019, la feria de las oportunidades)

¿Son mejores o peores? Cada cual tiene su verdad absoluta. Lo cierto es que las ausencias de nombres hacen que no haya tantos carteles redondos. Aunque, tampoco dejan de tener su atractivo. Hay quien dedica más tiempo a los ausentes que a los presentes. No es mi caso. Con los mimbres que hay, había que confeccionar ternas y fechas.

Ternas en las que se ha tratado de combinar nombres y toros. Toreros con nombre que no quieren ver ciertas ganaderías ni en pintura, a las que echo de menos, por cierto, -Miura y Saltillo son dos ejemplos-.

Los sábados no se dedican al rejoneo. Y las tardes que hay toreo a caballo, no vemos el encuentro entre Pablo Hermoso de Mendoza y Diego Ventura tan anhelado. El primero, en clara decadencia, sabe que perdería comba y cartel en caso de aceptar el duelo a caballo.

A pie hay combinaciones interesantes, bien sea por los toros, -actor esencial de la Fiesta, a la que da nombre-, bien por los toreros, de forma individual o en terna.

Apúntese el día 15 de mayo, -este año lo ha conseguido el Alcalde eterno José María Álvarez del Manzano y el día de San isidro el cartel es atractivo-, y los también de mayo 18, 22, 24, 29, 30 y 31.

Si nos vamos a junio, los días 5, 6, 7, 9, -atención a esa tarde con los de Iban-, 14 y 15 son combinaciones apetecibles. En algunas de estas fechas se pondrá, fijo, el cartel de “No hay billetes” y es probable que en otras no incluidas también, sin olvidar que nunca se sabe; que, en los toros, cada tarde es un misterio, afortunadamente.

Cambio de estrategia

El francés Simón Casas, empresario apasionado donde los haya,  ha cambiado la estrategia, salvo en el caso de las novilladas que siguen siendo los lunes. Hay ausencias, es cierto, -a ver si un día se dan cuentan algunas figuras que no valen lo que quieren cobrar, pues ni llenan, ni se justifican-. Y hay presencias por la vía del “va en el lote”, “está incluido en el ¨holding¨”, o es que lo necesito sin más, "hoy por ti y mañana por mi", -son los clásicos intercambios de toreros, como si fueran cromos, entre empresarios "mercantiles" de la industria del toreo-. Más claro, agua.

Configuración de una feria que va de más a menos, luego de menos a más, y finalmente de menos a más. O si se quiere, todo revuelto, pero con atractivos suficientes para sorprender, a poco que los unos embistan y los otros los sepan aprovechar. Una isidrada, con otro concepto.