| 04 de Mayo de 2024 Director Benjamín López

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El candidato de Bildu a lehendakari, Pello Otxandiano, celebra junto al coordinador general de la coalición, Arnaldo Otegi, el resultado en las elecciones vascas.
El candidato de Bildu a lehendakari, Pello Otxandiano, celebra junto al coordinador general de la coalición, Arnaldo Otegi, el resultado en las elecciones vascas.

Las elecciones vascas: con cambio sociológico... y sin proyecto constitucional

El PNV ha ganado unas elecciones en votos pero es desplazado a ser nuevamente el partido de Vizcaya, abandonando su liderazgo en las otras dos provincias en favor de Bildu

| Eugenio Narbaiza Opinión

Tal y como anunciamos al inicio de la campaña electoral de las elecciones vascas y confirmado por los resultados obtenidos en las urnas, se verifica el hecho de que en el País Vasco se ha iniciado un cambio sociológico importante y decisivo de cara al futuro, en dónde los vascos pasan página de los últimos cincuenta años al transformar el mapa político que van a tener en los próximos años.

En el nacionalismo, el PNV ha ganado unas elecciones en votos y empatado en escaños con su máximo rival en la sustentación de la hegemonía vasca por apenas 29 mil votos, siendo desplazado a ser nuevamente el partido bizkaitarra, es decir, el partido de Vizcaya, abandonando su liderazgo en las otras dos provincias en favor de Bildu.

En Guipúzcoa, haber jugado a ser más batasuno que Batasuna de la mano de Joseba Eguibar, presidente de los sabinianos desde la década de los 80, ha perjudicado notablemente a las siglas jeltzales porque el PNV -ese viejo partido- no ha sabido captar el hecho que antes que a imitaciones la gente prefiere votar a un partido por ser el original y que además de hablar de los hechos reales de la sociedad ha dejado bien a las claras que ha penetrando con influencia en los núcleos rurales, en los sectores industriales. También que a través de la educación y el idioma, se ha ganado a la juventud vasca, que tiene problemas para integrarse a la vida social por problemas de vivienda, inseguridad contractual en lo laboral y sobre todo, por desconocimiento de un pasado reciente que muchos desconocen y otros quieren olvidar por ser un obstáculo hacia el futuro.

 

Por otro lado, en Álava, sede del gobierno y que acoge a más de 7.000 funcionarios de las otras dos provincias, la aparición de la corrupción protagonizada por personajes del PNV le ha perjudicado mucho a los sabinianos, que han demostrado estar alejados de la sociedad. Sólo Vizcaya y atendiendo a sus orígenes ha salvado de la quema a los de Andoni Ortuzar e Imanol Pradales, con 15 puntos de diferencia sobre Bildu, devolviéndole a sus orígenes fundacionales y a que ocupa casi todas las instituciones.

Imanol Pradales y Andoni Ortuzar, del PNV, tras las elecciones.

En cuanto a la izquierda abertzale, con quién PSOE y PNV han utilizado toneladas de detergente para su blanqueamiento político, ha iniciado una fase de transformación. Lo hace escondiendo la figura de su pasado y dejando a un Otegi que manda en la sombra, en un segundo plano. Un Otegi que una vez conseguidos Navarra y Pamplona busca sacar a sus presos de la cárceles y resolver su futuro antes de asaltar definitivamente el poder en el País Vasco en la próxima legislatura.

Nos queda hablar del Constitucionalismo y eso merece una reflexión aparte. Aunque ha subido un escaño en el caso del PP, Vox ha mantenido su escaño y el PSE ha recogido los restos de Sumar y Podemos en su ruina política, cabe decir que la parte del centro derecha del constitucionalismo ha decepcionado con apenas 96 mil votos. Son mejores resultados respecto a las anteriores autonómicas, pero se ha notado la dejadez que desde hace una década han tenido las direcciones nacionales hacia su partido.

El candidato a lendakari del PP, Javier de Andrés.

Gente en el P. Vasco sin estructura política en Vizcaya, sin dinero y capital humano en Guipúzcoa y pagando derroches económicos de anteriores que son premiados por “veranos azules”. Y lo más importante, aspirando a ser muleta de un PNV que les traicionó apoyando la moción de censura de Sánchez, por lo que usar las palabras España y acordarse de los 250 mil vascos exiliados que podrían votarles ha sido pecado o fruto del Alzheimer voluntario para no molestar.

Desastroso lo ocurrido en el P. Vasco y ahora queda Cataluña, ¿pasará igual? Me atrevería a decir que sí. La realidad del Constitucionalismo catalán está con las manos demasiado atadas para no molestar.