Ayuso da una lección fiscal a Sánchez
El modelo fiscal confiscatorio del Gobierno es injusto y empobrece a España: la Comunidad de Madrid demuestra que hay alternativa y genera más prosperidad.
La carga fiscal que soporta un ciudadano es la suma de los impuestos directos, los indirectos, las tasas y los precios públicos que, con distintas justificaciones, generan las tres administraciones públicas existentes en España: la local, la autonómica y la nacional.
El conjunto de todas ellas genera el quinto mayor esfuerzo fiscal del mundo, por mucho que el lenguaje oficial esparza la idea falsa de que en España se pagan pocos impuestos. Para llegar a esa conclusión artera, se esgrime que el impacto de la recaudación en el PIB supone un porcentaje inferior al de Europa, lo que avalaría subirlos aún más.
La realidad es bien distinta: se ingresa menos porque hay menos cotizantes, más parados y más economía sumergida. Pero los que pagan impuestos, lo hacen con un esfuerzo superior a la práctica totalidad de los países del mundo. Que en ese contexto, agravado por abusos como el recibo eléctrico y por la galopante crisis económica, se pretenda elevar aún más la carga fiscal, es inaceptable.
Los españoles soportan un esfuerzo fiscal inmenso y Sánchez quiere aumentarlo: Ayuso da la alternativa
Por eso es especialmente necesario que dirigentes como Isabel Díaz Ayuso presenten una alternativa fiscal como la que se llevará por delante los tres últimos impuestos por completo autonómicos, de menos enjundia recaudatoria pero de alto impacto político.
Lección a todos
Porque demuestra que se puede ingresar más y prosperar sin meterle la mano en el bolsillo al ciudadano hasta extremos confiscatorios. Y sin faltar a la solidaridad interterritorial: Madrid aporta siete de cada diez euros del fondo autonómico, pese a que su financiación per cápita es la mitad que la de un vasco o un navarro.
Lo que Ayuso hace es demostrar que se pueden hacer las cosas de otra manera. Y con ello desafía a todos los dirigentes políticos, empezando por Sánchez, a contestar si están dispuestos a seguir esa senda o por contra optan por mantener o incrementar el cierto expolio fiscal que rige en España, y no solo para sostener los servicios públicos esenciales.