Feijóo cumple con su obligación
Salga adelante su investidura o no, la realidad es que el líder del PP va a poder dejar muy claro que hay otra posibilidad de gobernar sin poner España en manos de sus enemigos.
Este martes comienza la sesión de investidura en la que el candidato designado por el Rey, Alberto Núñez Feijóo, quien intentará obtener la confianza de la mayoría del Congreso para ser proclamado presidente del Gobierno. Tarea a priori condenada a no salir adelante, que no es lo mismo que condenada al fracaso. Porque el líder del PP, sea cual sea el resultado, no solo cumple con su obligación sino que va a poder dejar muy claro ante los ciudadanos que hay otras vías de gobernabilidad sin poner al país a los pies y en manos de los que quieren salir del mismo.
Feijóo, con toda la solemnidad del momento, podrá tender la mano al PSOE para buscar un acuerdo mucho más lógico, sensato y racional que una amnistía al prófugo Carles Puigdemont y una serie de cesiones que, viniendo de donde vienen las exigencias, es imposible que beneficien al interés general de los españoles. Si Sánchez pacta con el fugado, con Otegi y Junqueras será porque quiere, porque antepone el poder a España. Eso es innegable y el presidente del PP a buen seguro que lo recalcará una y otra vez en su discurso.
Por mucho que su ofrecimiento caiga en saco roto, lo cierto es que los españoles podrán comprobar que hay un Gobierno alternativo con una alianza circunstancial entre el PP y el PSOE que por mucho que pueda desagradar a algunos es la mejor solución para España teniendo en cuenta los resultados electorales del pasado 23J. Muchas veces, casi siempre, las cosas no son como nos gustaría, pero ahí está el arte de la política para buscar acuerdos y hacer de la necesidad virtud, siempre con el punto de mira puesto en el interés general.
Sánchez y Alberto Núñez Feijóo se saludan antes de su reunión en el Congreso a finales de agosto
No es cierto que el resultado de las urnas se pueda interpretar como un deseo de los españoles de que el PSOE y Sumar pacten con los enemigos de España. Nadie ha votado eso, a nadie se le ha preguntado. Es la interpretación falsa y ventajista de la izquierda. Porque lo que hace Pedro Sánchez no es política, es simple y llanamente egoísmo. En realidad es muy fácil hacer lo que él y Yolanda Díaz pretenden consumar. Solo haría falta que Feijóo y Santiago Abascal renunciaran a sus principios democráticos y a sus escrúpulos para entregar a Puigdemont lo que quiere. Así de sencillo.
Los españoles van a escuchar todo esto de Feijóo en la sede de la soberanía nacional y lo van a hacer con el líder de 'los populares' por primera vez con cierta ventaja parlamentaria sobre Pedro Sánchez. El candidato dispone de tiempo ilimitado y puede intervenir cada vez que lo considere oportuno. Sánchez, por una vez, tendrá su tiempo tasado y medido. El líder del PP debe aprovechar la oportunidad para que escuche alto y claro lo que sienten muchos españoles que le han votado y otros que no le han votado pero comparten la angustia de ver a España sometida a sus enemigos.