Begoña Gómez y su 'asistenta' personal en Moncloa: más bulos del Gobierno

La portavoz del Gobierno, Pilar Alegría, ha vuelto a utilizar la sala de prensa de la Moncloa para mentir y manipular la realidad para defender a Begoña Gómez y, en este caso, también a Pedro Sánchez. Ambos quedan en entredicho por las informaciones que han demostrado que la 'primera dama monclovita' disfrutaba de los servicios de una asesora del Gobierno, Cristina Álvarez, que hacía las veces de asistente o secretaria para, por ejemplo, pedirle fondos a una empresa privada para financiar la cátedra de Begoña Gómez en la Universidad Complutense.

Dice Pilar Alegría que "es importante que los ciudadanos sepan y conozcan que en toda la historia todas las parejas de los presidentes de Gobierno han tenido una persona que colaboraba en sus tareas de organización y logística". Es cierto, pero sólo a medias. Y ya se sabe que no hay peor mentira que media verdad. El matiz que lo cambia todo es que, efectivamente, esas personas que colaboraban con las esposas de Suárez, Calvo Sotelo, González, Aznar y Rajoy lo hacían para asuntos logísticos relacionados con las actividades institucionales de esas señoras derivados de su condición de esposa del jefe del Ejecutivo. En ningún caso se dedicaban a ayudarlas en sus negocios privados como parece ser que sí hacía la asesora en cuestión, a la que ha citado ya el juez Peinado como testigo.

El caso de esta asesora es inédito. Existen correos electrónicos que demuestran los trabajos que hacía en beneficio de los negocios privados de Begoña Gómez. En concreto, en uno de ellos Cristina Álvarez solicitaba dinero a Reale Seguros para financiar la cátedra, una labor que traspasa de manera muy amplia las funciones propias de una asistente o secretaria. Se da la circunstancia además de que Gómez y Álvarez habían sido compañeras tiempo atrás en la empresa de márketing en la que trabajó la esposa del presidente durante años.

En todo caso, la cuestión de la asistenta, asesora o secretaria de Begoña Gómez parece menor dentro de la investigación que sigue el juez Peinado y en todo caso accesorio o secundario. Begoña está investigada por cuatro delitos que suman 11 años de prisión. Eso es lo importante. Y eso nada tiene que ver con bulos, infamias o falsedades sino con la instrucción de un caso por parte de un juez independiente y experimentado que está decidido a seguir adelante, no por fastidiar a Pedro Sánchez sino por hacer justicia, que es su trabajo y su obligación.