Lobato, hora y media de declaración que puede ser letal para Sánchez: no tiene nada que perder

Juan Lobato es un hombre que ha perdido, al menos de momento, su carrera política y que, como se descuide, podría llegar a tener una condena penal por la filtración del correo del abogado del novio de Ayuso a la fiscalía. Y eso es lo que quiere evitar a toda costa y para eso ha ido al Tribunal Supremo este viernes a declarar como testigo. Quiere demostrar que él no tiene nada que ver con esa filtración si es que era tal, que es lo que el temía cuando fue a la notaría a levantar acta sobre cómo le llegó el documento que él mismo mostró en la Asamblea de Madrid.

Lobato ha estado una hora y media declarando: mucho tiempo parecen 90 minutos para simplemente aclarar lo de la filtración. Es posible que el ex dirigente del PSOE de Madrid haya aprovechado para contar alguna cosa más, alguna cosa nueva e interesante.

Eso explicaría por qué el juez ha ordenado el volcado del contenido del teléfono móvil de Lobato No para cotejar los whatsaps con lo que figura en el acta notaril, porque eso ya lo hizo el notario y va a misa. Probablemente pudiera ser para cotejar todo lo nuevo que haya podido declarar Lobato este viernes con mensajes, correos o documentos que pueda haber en el teléfono móvil. Eso encaja.

Lo que está claro es que en La Moncloa tienen que estar más que preocupados. Temblando. Quizás se han equivocado en los tiempos. Hacer dimitir a Lobato antes de declarar ante el juez del Supremo no parece la mejor idea. Llega allí con poco que perder políticamente y con mucho en juego penalmente.