El crimen de la bebé descuartizada por su madre

Causa auténtico escalofrío el hecho de que una madre supuestamente haya descuartizado a su bebé y lo haya tirado a un contenedor de basura, donde apareció una cabeza dentro de una bolsa. A pesar de que Erika, la ecuatoriana de 39 años de Puente de Vallecas y que niega haber estado embarazada y luego ser autora de esta salvajada, el ADN confirma lo contrario. 

La niña nació con vida y su muerte fue violenta. Ya en el pasado, con 17 años, se la investigó por la muerte de otro bebé. El carácter repetitivo de una acción nos habla de un tipo de personalidad con rasgos de psicopatía. Es evidente que vivimos en una sociedad que etiqueta y coarta la vida de lo que consideraba inmoral o vergonzoso, como era una madre soltera, y sumado a la culpabilidad por parte de una familia que desorienta y desequilibra sin piedad. Pero matar no es una conducta normal. Podría dejarse en un otro acto o darla en adopción. 

La excusa de muerte por compasión ante un futuro incierto es pura falacia, ya que se trata de un crimen brutal. Hay una codificación de estos seres humanos que abren los ojos a la vida y se convierten en obstáculos a derribar. La unidad canina de la Guardia Civil ha hallado indicios en la vivienda que está analizando. Este horror ocurrió en diciembre de 2024 y se halla bajo secreto de sumario. 

Erika tiene tres hijos más de 18, 9 y 5 años. Su marido desconocía que estaba embarazada, aunque es fácil en ocasiones disimularlo y usar una faja que disimule el cambio de silueta. Sea el motivo de cualquier índole, como la dificultad de mantener a otro hijo, el temor al rechazo de una pareja o una posible relación clandestina o acaso realizada a la fuerza o de forma violenta. El descuartizar es de una sangre fría y nula empatía, porque no hay palabras y desaparecen todas las conjeturas anteriores. 

Puede decir que nació por equivocación, pero nadie le da derecho a quitar la vida a un ser humano de forma tan cruel. Si se confirma que ya hubo dos ocasiones, se evidencia que no se excluye una tercera, ya que, como dijimos anteriormente, se desprenden de su carácter humano y se convierten en simples barreras a derribar que no se interpongan en el futuro de un trabajo o una relación. 

La Guardia Civil es perfecta en investigación y su profesionalidad es incuestionable. Luego, la justicia decidirá, aunque descuartizar es una conducta alejada de la normalidad y de la ética humana, lo mismo que matar, sea de la forma que sea. Debemos proteger al menor no nacido y al nacido, ya que es un ser independiente que se alberga durante nueve meses en el vientre materno.