Cuerpo, asesinado por la corrupción de Sánchez

El ministro de Economía, Comercio y Empresa, Carlos Cuerpo, la semana pasada en Sevilla.
Carlos Cuerpo, un ministro de Economía serio —de esos pocos que prefieren las cuentas a los cuentos— acaba de estrellarse con la Europa real: allí no basta con ser competente si arrastras la peste de tu Gobierno.
Su candidatura al Eurogrupo se esfuma. ¿La razón? Sencilla: nadie se fía de un Ejecutivo atado de pies y manos por la corrupción. Koldo, Ábalos, Cerdán, la esposa, el hermano, el fiscal general, Salazar… imposible explicar todo eso en Bruselas sin sonrojarse.
España paga el precio de las maneras sanchistas: propaganda dentro, descrédito fuera. Y Cuerpo se queda en casa compuesto y sin novia. Los que deberían irse —ya saben quiénes— se quedan. Y seguirán fabricando bulos para tapar la podredumbre. Europa no compra humo. Aquí todavía cuela.
A. M. BEAUMONT