| 24 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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Rajoy y Sánchez en La Moncloa.
Rajoy y Sánchez en La Moncloa.

La foto de la primera jugarreta de Sánchez a Rajoy de la legislatura

Es una de las cuestiones que con más claridad ha observado el líder de Ciudadanos estos días a cuenta de la Mesa del Congreso: el empeño del PSOE en no vincularse en lo más mínimo con el PP.

| Juan de Dios Colmenero Opinión

Al filo de las dos de la tarde del día previo a la sesión constitutiva de las Cortes, Albert Rivera, el líder de Ciudadanos  respiró aliviado y muy satisfecho. Se acaba de cerrar, y con él de protagonista, el primer gran acuerdo de esta legislatura, que hemos visto cómo ha empezado pero nadie sabe cómo terminará ni cuánto durará.

Justo en ese momento, tras cerrar la elección de Patxi López como presidente del Congreso y ordenar la composición de los miembros de la nueva Mesa del Congreso,  Rivera recibió una nueva llamada de Pedro Sánchez. El secretario general del PSOE quería, de alguna manera, escenificar ese primer acuerdo. Al líder de Ciudadanos le pareció perfecto hasta que escuchó por boca de Sánchez que la foto del acuerdo sólo podía ser entre PSOE y C´s.

En ningún caso y “bajo ningún concepto”, aseveraban a ESdiario desde formación naranja, Sánchez quería que estuviera el PP. Rivera, que no entendía la obsesión, le dijo que había sido un acuerdo “a tres bandas” y que o la foto se hacía con las tres formaciones o no había. En ese momento se acabó la conversación y cado uno, Sánchez, Rajoy y Rivera, anunciaron el acuerdo por separado.

Es una de las cuestiones que con mayor claridad ha observado el líder de Ciudadanos durante los días que ha durado la negociación: el empeño del PSOE en no vincularse en lo más mínimo con el PP. Al fin y al cabo, esa y ninguna otra es la línea roja de Sánchez: vale cualquier acuerdo y con cualquier formación excepto con el PP.

Repetir el mismo acuerdo que en el Mesa pero con el PP gobernando

Es por ello por lo que Albert Rivera tiene muy difícil su objetivo: conseguir para la investidura el mismo acuerdo que para la Mesa pero con los cargos cambiados, es decir con Gobierno del PP apoyado, de forma  pasiva o activa, por el PSOE y Ciudadanos. Una fórmula que en realidad es la misma que persigue Rajoy, pero que si la propone Rivera se pueden introducir más condicionantes, incluidos los protagonistas,  el propio Rajoy y Sánchez.

Nadie quiere exponer públicamente esa “fórmula mágica”  de un gran pacto (PP, PSOE y C´s) sin Sánchez ni Rajoy, pero ya son muchos los que lo manifiestan fuera de cámaras y micrófonos. Sería la única solución para evitar elecciones y una salida, que aunque mala para el PSOE, no catastrófica como sería un acuerdo con Podemos y otros seis o siete o partidos, o la repetición de comicios.

Con todo, ahora comienza un nuevo capítulo, y entra en acción otro gran protagonista, el Rey Felipe VI. La ronda de consultas con todos los grupos y la propuesta de un candidato para la investidura pasa también por la figura del jefe del Estado. A su padre, Juan Carlos I, le correspondió en la difícil primera etapa de su reinado pilotar la titánica empresa de una transición política que se cerró en un círculo ejemplar y con posteriores fechas de referencia para la historia como fue la del 23-F. Hoy el camino tampoco está exento de curvas, pero también puede ser histórico.