El gesto de genuflexión del presidente de España en la Generalitat se ha hecho viral en contraste con la humillación a la bandera española que hizo Pere Aragonés.
El humillante cabezazo de Sánchez ante la bandera catalana from ESdiarioTV on Vimeo.
Fue solo un instante, pero la imagen resumió para muchos la auténtica naturaleza de la "Mesa del diálogo" impulsada por Moncloa y la Generalitat. En ella se ve a Pedro Sánchez pegando un cabezazo tremendo ante una senyera, la bandera catalana, con Pere Aragonés a su vera inclinándose bastante menos.
Ningún protocolo obliga al presidente del Gobierno de la Nación a semejante genuflexión, ni siquiera aunque la bandera en cuestión fuera una especie de versión adaptada a los Mossos, como algunos sostienen: ni aún así, existe norma alguna que justifique un cabezazo que, como ha dicho irónicamente el periodista Carlos Herrera, no mejora "ni Santillana", el famoso ariete del Real Madrid de los años 80.
El gesto en cuestión no ha pasado desapercibido, bien para indignar a unos, bien para desatar todo tipo de mofas; especialmente tras saberse que, en el mismo acto, Aragonés hizo justo lo contrario que Sánchez: antes de comparecer, un funcionario de la Generalitat retiró la bandera de España para que no se viera mientras hablaba.
El traidor de Sánchez se parte el espinazo ante la bandera autonómica catalana mientras la Generalitat retira la española.
— VOX ðªð¸ (@vox_es) September 15, 2021
Está dispuesto a inclinar la Nación ante el golpismo por mantenerse en el poder.
¡Elecciones YA! pic.twitter.com/zQmQx6MeU2
La indignación de VOX se completa con otros mensajes que refrescan, a modo de broma, otros cabezazos míticos como el del jugador Pepe en un partido contra el Barcelona o el del entonces ministro de Asuntos Exteriores, Josep Piqué, ante el presidente norteamericano, George Bush.
En todo caso, el gran incendio para Sánchez va a venir por desvestir un montón de santos para vestir, y mal, a San Jordi. Solo hay que ver las airadas reacciones de otros presidentes autonómicos, cansados de agravios, para entender la sensación de ultraje político y económico que recorre España. Solo hay que leer a la presidenta de Madrid, Isabel Díaz Ayuso:
Esa “mesa” del Gobierno con los independentistas es una deslealtad con los españoles, una humillación, un chantaje al que no hay que ceder.
— Isabel Díaz Ayuso (@IdiazAyuso) September 15, 2021
A Madrid le importa España. pic.twitter.com/ChZ2xNa25K
O al de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno:
Si Cataluña va a tener una Mesa Bilateral con el Gobierno de la Nación, #Andalucía quiere la suya. Todos los españoles debemos tener los mismos derechos y oportunidades.
— Juanma Moreno (@JuanMa_Moreno) September 14, 2021
No es razonable que negocien privilegios en detrimento de otros territorios de España. pic.twitter.com/BOj9U6p2hn
O al de la Región de Murcia, Fernando López Miras:
Pido al presidente Sánchez una mesa bilateral para llegar a acuerdos y tomar decisiones urgentes sobre el Mar Menor.
— Fernando López Miras (@LopezMirasF) September 15, 2021
Los problemas de la #RegióndeMurcia no son menos importantes que los de Cataluña.
El Mar Menor necesita que el Gobierno central actúe o nos deje hacer a nosotros pic.twitter.com/IKGbj4mxZk
No busquen réplicas airadas, eso sí, de los barones socialistas: ni Page en Castilla-La Mancha ni Puig en la Comunidad Valenciana ni Vara en Extremadura han reaccionado ante el desigual trato que Moncloa otorga a las Comunidades: aquellas que más se rebelan, más beneficios y reconocimientos obtienen. Curiosa -y sangrante- paradoja.