| 29 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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Feijóo, este martes, en Santiago.
Feijóo, este martes, en Santiago.

Génova prepara nueva estrategia para plantar cara a las intenciones de Sánchez

Feijóo, como ganador del 23J, se prepara para su investidura como primer paso para convertirse en el "dique" contra el Frankenstein 2.0. Dique que contará con estrategias y equipo reforzado

| Marta Gómez Montero Opinión

 

Si Pedro Sánchez tenía alguna esperanza de que Alberto Núñez Feijóo tirara la toalla después de que el gallego ganara el 23J - aunque la aritmética le permita le permita seguir en Moncloa ahora con Puigdemont convertido en llave de la gobernabilidad - que pierda toda esperanza.

La frase que recorre los despachos nobles de Génova 13 y los principales feudos populares: "Feijóo no se va a hacer un Arrimadas", adelanta su decisión de presentarse a la investidura salvo en el caso altamente improbable de que Sánchez acudiera ya ante el Felipe VI con los votos de esa especie de Frankenstein 2.0, al que se ha sumado Puigdemont a cambio de amnistía y autodeterminación.

 

Así las cosas y con la legitimidad de haber ganado las elecciones -frente a un Sánchez que por primera vez en Democracia quiere seguir siendo presidente perdiendo los comicios -Feijóo va a demostrar desde el primer día que se va a convertir en el dique, en el muro de contención para evitar que Sánchez pague el precio que le exigen los independentistas para seguir en Moncloa.

En la cúpula del PP reina la certeza de que no se pueden repetir errores como el de Borja Semper que abominaba de Vox por la mañana en la Ser cuando por la tarde se pactaba con ellos. Y que no es lo mismo diseñar una campaña para ganar con mayoría absoluta en Andalucía que hacerlo para unas generales

En ese debate de investidura, Feijóo pondrá en valor su victoria en las urnas para pedir el apoyo de los que apuestan por una España constitucional - respetando las singularidades de las Comunidades históricas- y apelará directamente a Pedro Sánchez para que facilite su investidura y, si no, que quede retratado ante todos los españoles que tenía opciones, pero eligió resucitar a Frankenstein.

 

Sánchez, este martes, en el primer Consejo de Ministros tras las generales del domingo.

 

Tras el shock inicial, el líder del PP se va rehaciendo - ha sido fundamental el "apoyo incondicional "que la misma noche electoral le brindó la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso y al día siguiente, en la Junta Directiva Nacional, el resto de los dirigentes. Un apoyo que el martes volvió a recibir en su tierra en la celebración del día de Santiago, de manos de dirigentes como Ana Pastor.

Una vez decidido que dará la batalla para que Sánchez no ponga en almoneda la Constitución, Feijóo es consciente de que es imprescindible afinar estrategias y reforzar equipos para no caer en el marco mental de la izquierda que "reparte carnets de con quien se puede o no pactar y luego llega a acuerdos con lo peor de cada casa" señalan desde su equipo.

Tras el shock inicial, el líder del PP se va rehaciendo y ha sido fundamental el "apoyo incondicional "que la misma noche electoral le brindó Ayuso y al día siguiente, en la Junta Directiva Nacional, el resto de los dirigentes populares con mando en plaza

No es cuestión de señalar culpables, pero existe la certeza de que no se pueden repetir errores como el de Borja Semper que abominaba de Vox por la mañana en la Ser cuando por la tarde se pactaba con ellos. Y que no es lo mismo diseñar una campaña para ganar con mayoría absoluta en Andalucía que hacerlo para unas generales donde, además el que tienes enfrente juega en el barro como Pedro Sánchez y entran en juego los partidos independentistas y nacionalistas.

 

Pero si una cosa queda clara, es que Feijóo no va a entregar la cuchara y que va a hacer valer su victoria y su mayoría absoluta en el Senado en una legislatura, que, si llega a echar a andar, se antoja como la más inestable de la Democracia.