La sal no solo está en la cocina: cinco cosas que puedes hacer con ella y no te habías planteado
Sirve para limpiar, conservar, proteger y hasta atraer la buena energía. Un ingrediente común con más poder del que parece

La sal está llena de curiosidades
Durante siglos, la sal fue más valiosa que el oro. Los romanos la usaban como moneda, los marineros la llevaban como talismán y los pueblos antiguos la consideraban un escudo contra los malos espíritus. Hoy solo la asociamos al salero, pero este mineral sigue teniendo un repertorio secreto de usos que van mucho más allá del sabor.
Aquí van cinco curiosidades que demuestran que la sal no solo se come: se usa, se limpia, se guarda y, a veces, hasta se invoca.
La limpiadora natural que no caduca
La sal gruesa es una de las sustancias más potentes para limpiar superficies sin productos químicos. Mezclada con vinagre blanco y agua caliente, elimina manchas de grasa, desinfecta tablas de cortar y deja los suelos relucientes. En los baños, un puñado en el desagüe seguido de agua hirviendo ayuda a desatascar y neutralizar olores. Lo mejor: no caduca, no contamina y cuesta céntimos.
El truco de las malas energías (que aún usan los hoteles)
En muchas culturas, la sal se coloca en las esquinas o bajo la cama para absorber la energía densa de un espacio. No hay prueba científica, pero sí experiencia colectiva: algunos hoteles la usan tras largas temporadas cerrados, y muchos inquilinos la esparcen antes de mudarse. Luego se barre y se tira, como si se llevara consigo lo que sobra. Antiguo o no, sigue siendo uno de los rituales domésticos más extendidos del mundo.
EStendencia
El truco con sal que está conquistando las redes y dejando los hogares relucientes
I. Murillo
El conservante que detuvo guerras
Antes de que existieran los frigoríficos, la sal era el método más eficaz para conservar alimentos. Carnes, pescados y quesos viajaban meses sin pudrirse gracias a su poder deshidratante. El término “salario” viene de ahí: los soldados romanos cobraban parte de su paga en sal, un bien tan estratégico que provocó disputas y rutas comerciales enteras. De hecho, muchas ciudades (como Añana o Torrevieja) nacieron de sus minas.
La medicina olvidada del mar
Usada en baños, inhalaciones o cataplasmas, la sal marina tiene efectos calmantes sobre la piel y las vías respiratorias. Un baño caliente con un par de tazas de sal ayuda a relajar músculos y reducir inflamaciones leves. También se usa para aliviar picaduras y como exfoliante natural. En los balnearios antiguos, la llamaban “agua vieja”: la que cura sin preguntar.
El pequeño truco de cocina que marca la diferencia
Añadir una pizca de sal al café potencia su sabor y reduce el amargor. En los dulces, realza el azúcar. Y en frutas como el melón o la sandía, hace que parezcan más dulces aún. Es el potenciador de sabor más antiguo del mundo, pero también el más infravalorado.