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Alimentos con probióticos
Alimentos con probióticos

Los mejores 20 alimentos probióticos para la digestión

¿Cuál es el mecanismo de acción de los probióticos? La función primordial de los probióticos, o bacterias benéficas, residen en la preservación de un equilibrio saludable en el organismo.

| Elena Bellver Salud

 Añadir alimentos probióticos a tu dieta puede tener un impacto positivo en tu salud digestiva y general. Considera incorporar una variedad de ellos para aprovechar al máximo los beneficios que ofrecen. Recuerda que una alimentación equilibrada y saludable es clave para mantener un intestino sano.

¿Qué son los probióticos?

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Los probióticos son un conjunto de microorganismos beneficiosos, ya sean bacterias o levaduras vivas, que de manera natural habitan en el organismo.

 A pesar de que las bacterias habitualmente reciben una connotación negativa al ser asociadas con enfermedades, es importante reconocer que existen dos categorías de bacterias que coexisten en y sobre el cuerpo humano: 

  • Las bacterias que ejercen efectos beneficiosos 
  • Las que pueden generar enfermedades.

Los probióticos consisten en aquellas bacterias beneficiosas que desempeñan un papel crucial en el mantenimiento y funcionamiento óptimo del cuerpo. Estas bacterias benéficas aportan diversos beneficios, entre ellos, la capacidad de contrarrestar la proliferación excesiva de bacterias perjudiciales, contribuyendo así a una sensación de bienestar.

Los probióticos constituyen una parte integral de un espectro más amplio vinculado a las bacterias y su interacción con el organismo, conocido como microbioma.

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Es válido imaginar el microbioma como una comunidad diversa de organismos que, al igual que un bosque, colaboran para preservar la salud del cuerpo. Esta comunidad está conformada por entidades denominadas microbios, que se cuentan por miles de millones tanto dentro como fuera del cuerpo. Estos microorganismos engloban una variedad de elementos:

  • Bacterias.
  • Hongos, incluyendo levaduras.
  • Virus.
  • Protozoos. El microbioma de cada individuo es exclusivo, de modo que no existen dos personas con la misma composición de células microbianas, incluso en el caso de gemelos.

Con el propósito de que un microorganismo sea considerado como probiótico, debe cumplir con ciertos atributos. Entre estos se incluye la capacidad de:

  1. Ser aislado de un ser humano.
  2. Sobrevivir en el tracto intestinal tras ser ingerido.
  3. Proporcionar un beneficio demostrado para la persona.
  4. Ser consumido de manera segura.

¿Cómo funcionan los probióticos?

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La función primordial de los probióticos, conocidas como bacterias benéficas, reside en la preservación de un equilibrio saludable en el organismo.

Es posible concebirlo como el mantenimiento de una neutralidad en el cuerpo. En situaciones de enfermedad, las bacterias perjudiciales ingresan al cuerpo y proliferan, alterando dicho equilibrio. En este contexto, las bacterias benéficas trabajan en contraposición a las bacterias dañinas, restableciendo el equilibrio interno y promoviendo una sensación de mejoría.

Las bacterias beneficiosas contribuyen a mantener la salud respaldando la función inmunológica y regulando la respuesta inflamatoria. Algunos tipos específicos de estas bacterias también pueden:

  • Facilitar la digestión de los alimentos por parte del cuerpo.
  • Prevenir que las bacterias nocivas se multipliquen sin control, previniendo enfermedades.
  • Generar vitaminas esenciales.
  • Apoyar la integridad de las células que recubren el intestino, previniendo la entrada al torrente sanguíneo de bacterias dañinas que podrían haber sido ingeridas a través de alimentos o bebidas.
  • Descomponer y facilitar la absorción de medicamentos.

Este proceso de equilibrio ocurre de forma natural y constante en el cuerpo. En realidad, no es imprescindible recurrir a suplementos probióticos para que este lugar dinámico tenga. Las bacterias beneficiosas constituyen una parte intrínseca del cuerpo. Mantener una dieta equilibrada y rica en fibra a diario contribuye a mantener niveles adecuados de bacterias beneficiosas.

¿Donde viven los probióticos en el cuerpo humano?

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Aunque el intestino, específicamente el intestino grueso, es la ubicación más asociada con los microbios beneficiosos, existen diversas regiones en el cuerpo, tanto internas como externas, que actúan como morada para estos microorganismos saludables. Estos sitios mantienen un contacto con el entorno exterior e involucran:

  • Intestino.
  • Cavidad bucal.
  • Vagina.
  • Tracto urinario.
  • Piel.
  • Pulmones.

Mejora la digestión: incorpora estos 20 alimentos probióticos a tu alimentación

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Si buscas fortalecer tu sistema digestivo de manera natural, incorporar alimentos prebióticos a tu dieta es una excelente opción.

Estos alimentos no solo son deliciosos, sino que también promueven el crecimiento de bacterias beneficiosas en tu intestino, mejorando así tu salud digestiva y general. Aquí tienes una lista de los 20 alimentos prebióticos más destacados que puedes agregar a tu alimentación para mantener tu sistema digestivo en su mejor estado:

1. Vinagre de Sidra de Manzana

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El vinagre de sidra de manzana es una valiosa fuente de probióticos, que son esenciales para la salud intestinal. Además de sus beneficios para reducir el colesterol y controlar la presión arterial, este vinagre puede incorporarse en ensaladas o incluso consumirse en pequeñas cantidades diariamente.

2. Queso Crudo

Los quesos crudos elaborados con leche de oveja, cabra y vaca  contienen una gran cantidad de probióticos, como Bifidus, acidophilus, thermophilus y bulgaricus. Opta por quesos no pasteurizados para obtener el máximo beneficio probiótico.

3. Suero de Leche Tradicional

El suero de leche tradicional, también conocido como suero de leche cultivado, es una opción probiótica popular en la dieta india y de otras culturas. Asegúrese de elegir variedades que contengan cultivos vivos para aprovechar al máximo sus beneficios.

4. Leche cruda

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Tanto la leche cruda como los quesos añejos son ricos en probióticos. Opta por leche cruda para obtener bacterias saludables, ya que la mayoría de los productos lácteos pasteurizados carecen de estas.

5. yogur

Beneficios del yogur

El yogur es un alimento probiótico por excelencia, repleto de bacterias beneficiosas para tu intestino. El yogur griego de animales alimentados con pasto y sin pasteurizar tiene la mayor cantidad de probióticos.

6. kvas

El Kvas, una bebida de cereales fermentados popular en Europa del Este, contiene Lactobacillus, bacterias probióticas que promueven la salud hepática y sanguínea.

7. Miso

miso

El Miso, un condimento japonés, es una fuente rica en probióticos. Su fermentación de soja con el hongo koji y sal lo convierte en una opción sabrosa y beneficiosa.

8. kéfir

kefir

El kéfir, una bebida láctea fermentada con granos de kéfir, es una excelente fuente de bacterias e ingredientes beneficiosas, mejorando la digestión y poseyendo propiedades antimicrobianas.

9. kimchi

kimchi

El Kimchi, una guarnición picante coreana, está lleno de bacterias probióticas del ácido láctico, contribuyendo a una mejor salud digestiva.

10. Pepinillos encurtidos

Los pepinos encurtidos no solo son sabrosos, sino que también son una fuente de bacterias probióticas beneficiosas que mejoran la digestión.

11. Pan de masa madre

Pan de masa madre

El pan de masa madre, con bacterias del ácido láctico y levadura silvestre, puede tener propiedades similares a los probióticos y es una opción saludable.

12. Salsa de soja

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Aunque no es estrictamente un alimento fermentado, la salsa de soja con la etiqueta adecuada puede aportar beneficios probióticos y mejorar la salud gastrointestinal.

13. Tempeh

El tempeh, elaborado a partir de soja fermentada, es una alternativa probiótica a la carne, rica en proteínas y vitaminas.

14. Kombucha

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La kombucha, una bebida fermentada de té, ofrece cepas probióticas de levadura y bacterias que benefician la salud digestiva.

15. Chucrut

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El chucrut, repollo fermentado, es una guarnición que no solo mejora el sabor de tus platos, sino que también beneficia tu digestión.

16. Queso Indio (Paneer)

El queso paneer es una excelente fuente de probióticos, que puede ser consumido crudo o añadido a ensaladas para disfrutar de su sabor lácteo.

17. Natto

El natto, un producto fermentado de la soja japonesa, es rico en vitamina K2 y proteínas, contribuyendo a la salud cardiovascular y ósea.

18. Guisantes Verdes

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Los guisantes contienen el potente probiótico Leuconostoc mesenteroides, especialmente en condiciones de baja temperatura.

19. Turshi

El turshi, una mezcla de vegetales encurtidos, es una opción probiótica popular en la cocina de los Balcanes y el Medio Oriente.

20. Manzanas

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Las manzanas contienen bacterias que interactúan de manera saludable con tus microbiomas intestinales, superando incluso a algunos suplementos probióticos.

En conclusión, las bacterias benéficas de los probióticos, trabajan para combatir las bacterias malas y restaurar el equilibrio dentro de su cuerpo.

Llevar una dieta bien equilibrada y rica en fibra todos los días ayuda a mantener la cantidad de bacterias buenas en niveles adecuados. Si te ha gustado el artículo compártelo en tus redes sociales y déjanos un comentario con tu opinión.