| 26 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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La contaminación del aire en Barcelona se reduce más de un 30%

La ciudad condal está demostrando una gran efectividad en el modelo de bajas emisiones implantado, que prioriza la salud de las personas y la sostenibilidad medioambiental.

| Carlos Nieva Sostenibilidad

El crecimiento de la red de carriles bici, el despliegue de la supermanzana, la electrificación de vehículos municipales o la activación de la zona de bajas emisiones han demostrado el éxito de un modelo que prioriza la salud de las personas y la sostenibilidad medioambiental en Barcelona. 

Los datos recogidos por las estaciones de vigilancia de la calidad del aire en los últimos ocho años muestran un descenso progresivo de las emisiones de NO2. Estos puntos de medida, que forman parte de la red de calidad del aire de Catalunya, los gestiona en la ciudad la Agencia de Salud Pública de Barcelona (ASPB).

Desde el año 2015, las medidas que se han impulsado para ampliar la movilidad sostenible y reducir el número de vehículos que generan más emisiones han conseguido mejorar la calidad del aire y reducir en un 31% la contaminación ambiental

Las estaciones están situadas en puntos estratégicos que representan las zonas con más concentración de tráfico (estaciones de tráfico) y las zonas con menos intensidad de circulación de vehículos (estaciones de fondo). En ambas estaciones, se ha comprobado una clara reducción de la contaminación.

En las estaciones de tráfico, la media de emisiones de NO2 se sitúa actualmente en 28 puntos, un 31% menos que en 2015, que se situaban en 55 puntos; mientras que en las de fondo, la cifra actual está en 25 puntos, un 34% menos que en 20154, que se situaba en 38 puntos.

Un modelo más sostenible

La mejora de la calidad del aire es consecuencia de la adopción de medidas que han supuesto un cambio de modelo urbanístico y de la movilidad. En el impulso a la movilidad sostenible ha sido clave la implementación de la nueva red ortogonal de bus y la ampliación del metro de la Marina. La expansión de la red de carriles bici hasta los 240 kilómetros ha supuesto un aumento de los desplazamientos del 56 % y más de 58.000 trayectos nuevos.

Las modificaciones en el ámbito urbanístico también han contribuido a incentivar los desplazamientos a pie, con calles con más espacio para los peatones. La implementación de la Supermanzana Barcelona ha transformado espacios clave para la vida del vecindario, con mejoras sustanciales en la salud y la calidad del aire gracias a la reducción del tráfico.