| 30 de Abril de 2024 Director Benjamín López

× Portada España Investigación Opinión Medios Chismógrafo Andalucía Castilla y León Castilla-La Mancha C. Valenciana Economía Deportes Motor Sostenibilidad Estilo esTendencia Salud ESdiario TV Viajar Mundo Suscribirse

Noviembre, mes contra la violencia machista

Entre 2003 al 2019 la cifra de mujeres asesinadas por sus parejas o exparejas asciende a 1.027. En 2019 han sido asesinadas 51

| Eva García Lara * Edición Valencia

Desde la profundidad de mí corazón, les digo que este mes no me canso de ver por todos los rincones de muchos municipios y ciudades actividades, talleres, conferencias, carreras, obras teatrales, cursos de defensa personal para mujeres, lectura de manifiestos, actos políticos, concursos de carteles y relatos breves, o narrativa sobre la violencia de género, en referencia al próximo 25 de noviembre Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer.

Muchos profesionales que trabajamos durante todos los días del año para intentar erradicar esta lacra social que es la violencia machista nos aferramos con esperanza a estas palabras del ficticio Grupo Tracio del libro “Relatos Salvajes de Género”:

"Bienaventurados sean aquellos que creen en lo que hacen, que lo sienten, que lo intentan, que continúan a pesar de que nadie les apoya, para sacar un poco de brillo a aquella piedra sucia y llena de tierra que creen que es un trozo de arcilla, no sabiendo que realmente es un zafiro que necesita ser mimado, cuidado, para poder ofrecer su luz en todo su esplendor, y así, confiar en la esperanza de mantener viva la energía vocacional".

Cada día nuestro grupo de trabajo lo repite mentalmente, para no caer en el síndrome burnout (o estar de baja laboral como les ocurre a otros trabajadores que no han podido soportar la desidia y la incomprensión) y seguir trabajando de una manera profesional, saltando obstáculos y no mostrando cansancio en ningún momento ante las adversidades.

Pero de forma oculta ciertos personajes sutiles te amedrentan con su aislamiento y formas no adecuadas de dirección y que, desgraciadamente se encuentran en muchos lugares escondidos o visibles, o sacando el do de pecho (aquí estoy pero hago lo mínimo, lo demás es cosa de las patrullas) y que interfieren en nuestro trabajo porque no creen en él, no lo sienten, no lo comprenden, y por qué no decirlo, simplemente no creen en él.

Sin embargo, se encuentran trabajando con estas personas (las víctimas), con esa doble careta de la hipocresía, falsedad, pobre profesionalidad, sin afrontar buenas decisiones que podrían cambiarlo todo y para más inri, si me lo permiten, se toman esta lacra como si se tratara de una charla en una verdulería. Por otra parte, en lo urgente de esta lacra, es resto  de componentes no tienen información, no saben que ocurre en sus lugares de trabajo.

Porque entre 2003 al 2019 la cifra de mujeres asesinadas por sus parejas o exparejas asciende a 1.027. En 2019 han sido asesinadas 51, y 3 casos se encuentran en fase de investigación según datos oficiales de la Delegación del Gobierno para la violencia de género, superando a fecha de hoy la cifra del pasado año. Significa que algo estamos haciendo mal, o que ni siquiera lo estamos haciendo como se debería, seguramente.

Estas mujeres sufren y nos hacen que nosotros suframos por la pura impotencia. Sus hijos e hijas huérfanas duelen y mucho. Sus familiares duelen y mucho. Sus amigos y amigas duelen y mucho…Porque estoy convencida de que poniendo realmente en práctica todas las medidas del Pacto de Estado contra la violencia de género se podría minimizar esa terrorífica cifra y por consiguiente, se podría ir modificando la Ley Orgánica 1/2004 que tiene muchos años, en aquellas cuestiones que mejorarían la Seguridad y la Protección de las mismas, evitando tantas noticias espeluznantes y en ocasiones sin sentido alguno.

 Ahora llegan las actividades del día del día 25 de noviembre en los que muchos se creen los abanderados de la defensa de las mujeres, pero, ¿dónde están las verdaderas políticas para erradicar la violencia, para combatirla?, ¿Dónde están aquellos profesionales sensibilizados con este tema?, ¿Dónde están esos profesionales que se forman y preparan para poder dar el mejor servicio y atención a estas delicadas y complicadas situaciones?

Y la tercera pregunta es… ¿Dónde está la administración que se encarga de preparar y concienciar a esos profesionales corriendo con los gastos de esa preparación? Lo que trato de argumentar es que desde la política, desde la dirección de los equipos debe de empezar todo, no desde la voluntad de meros trabajadores que tratan de hacerlo lo mejor posible.

En aquellos lugares en que la lucha contra la violencia de género es real y muy efectiva se trabaja en grupos especializados, respaldados, bien organizados, continuamente formados y con estructuras de trabajo concienciadas al unísono con el resto de administraciones o instituciones.

¿Cuántas veces hemos visto un solo funcionario encargándose de estos temas que le desbordan, que no sabe cómo seguir, que no tiene el suficiente tiempo para abordarlo todo o que no tiene la vocación para realizarlo?, ¿cuántas veces hemos escuchado las quejas que denuncian la falta de interés de quienes nos dirigen porque no les preocupa lo más mínimo lo que ocurre, en sus dorados tronos de hierro de sus despachos?, ¿Y los que estamos en la calle que?...

Déjense de minutos de silencio y de demagogias baratas, intenten que sus policías sean un alarde de la defensa de los ciudadanos, intenten que sus políticas no sean cuentos de hadas que amplían la mentira y fomentan la inseguridad, formen y sensibilicen a su personal, no dejen que un solo o sola funcionaria asuma todos los casos de su municipio, como si se trata de pedir cita en una peluquería, seamos de una vez sensatos. Si quiere prevenir, asistir, ayudar, proteger, acompañar, asesorar, dirigir, establecer, programar, coordinar, asegurar, que haga algo más cada administración. Si usted ya lo ha previsto, entonces va en el buen camino y desde este grupo le felicitamos.

*Grupo EmeDdona.