| 15 de Marzo de 2024 Director Antonio Martín Beaumont

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Mompó está imprimiendo una agilidad a su mandato que no siempre coincide con el ritmo que prefiere Bonig
Mompó está imprimiendo una agilidad a su mandato que no siempre coincide con el ritmo que prefiere Bonig

Tensión en el PP ante la inminencia de los congresos que marcarán sus liderazgos

A los distintos tiempos de Bonig y Mompó se suma el anuncio de la convención nacional que puede condicionar la elección de líderes regionales

| Redacción Valencia Edición Valencia

Vicent Mompó, el presidente del Partido Popular en la provincia de Valencia, no quiere esperar más. Las circunstancias de la pandemia le obligaron a retrasar el proceso de congresos locales que tenía que haber empezado en enero y continuado en febrero. No obstante, no va a permitir que se alargue todavía más meses.

El próximo sábado tendrá lugar la reunión de la Junta Directiva Provincial para retomar este proceso que provocará el cambio de cara en las direcciones locales. O la ratificación de algunos liderazgos.

 Este hecho se produce en un contexto de nerviosismo en el PP agravado por la debacle en las elecciones catalanas, donde la formación que preside Pablo Casado ha conseguido únicamente tres parlamentarios. Las críticas internas miran directamente hacia Génova y no al candidato autonómico, Alejandro Fernández.

El anuncio del traslado de la sede lejos de la calle Génova de Madrid, comunicado ayer por Casado como gesto de renuncia al pasado del partido, tampoco acaba de suponer un revulsivo. Además, ha sido interpretado como una decisión unipersonal, a pesar de que requiere del respaldo de la Junta Directiva -a la que Casado lleva más de medio año sin reunir-, tal como establece el artículo 1.4 de los Estatutos del PP. Por tanto, ese anticipo no estará confirmado hasta que no sea ratificado.

 La otra medida que pretende la dirección nacional del PP, representada por Casado y su inseparable secretario general, Teodoro García Egea, aplicar como síntoma de cambio consiste en desarrollar una convención en otoño. Se trata de una fórmula bastante habitual en partidos políticos para copar actualidad y relanzarse.

La cuestión es que esa decisión, que obliga a un complejo proceso de organización, de elección de representantes por autonomías, de preparación de ponencias... coincidirá prácticamente en el tiempo con la celebración de los congresos regionales. En la Comunidad Valenciana está previsto que, a falta de concretar la fecha, se desarrolle entre septiembre y octubre. La actual presidenta, Isabel Bonig, ya que anunciado que optará a la reelección. Falta saber si tendrá rivales. Pocos dudan, que es Carlos Mazón, con el aval de un cuestionado García Egea, la apuesta por la "reovación".

No obstante, el anuncio de la convención de Casado puede tener un efecto directo en estos congresos. Si pretende que suponga la renovación del PP, se sobreentiende que el líder nacional ya intentará protagonizarla con su nuevo equipo, con los referentes autonómicos renovados.  De no hacerlo así, supondría retrasar los congresos autonómicos hasta 2022, ya que una cita de esta envergadura, al igual que la convención, necesita un tiempo de preparación exhaustiva, un reglamento, la elección de un comité organizador y numerosos detalles que requieren de una antelación.

Por tanto, el desastroso resultado electoral en Cataluña, además de dañar la marca PP, también puede precipitar los acontecimientos orgánicos y adelantar o retrasar los congresos regionales. En el primer caso, para afrontar la renovación antes de esa convención. Y en el segundo, para demorar un proceso que puede enquistarse en el tiempo.

Sea como fuere, mientras la dirección provincial del PP en Valencia que encabeza Mompó tiene ganas de cerrar el proceso interno y de agilizar los cónclaves locales, la regional no muestra ninguna prisa y prefiere alargar un proceso que lleva paralizado desde 2013.