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La Policía entra a casa del canónigo
La Policía entra a casa del canónigo

El canónigo de Valencia tenía un ‘picadero’ y el Arzobispado “le apercibió”

El sacerdote asesinado llevaba a amantes a un apartamento de El Perelló. El Arzobispado reconoce que advirtió al cura hace dos años tras quejas vecinales pero que desconocía estos hechos

| Enrique Martínez Edición Valencia

Siguen saliendo datos del crimen del canónigo de la Catedral de Valencia, Alfonso López Benito, de 80 años de edad, que fue asesinado presuntamente por un hombre de origen sudamericano con el que al parecer había tenido encuentros sexuales a cambio de dinero. Según adelanta Levante-EMV, el canónigo tenía un apartamento en El Perelló que usaba como ‘picadero’ para mantener citas con hombres. 

Personas que conocían al canónigo han admitido que el sacerdote captaba indigentes o jóvenes necesitados en la calle y no sólo los llevaba a su piso de la calle Avellanas donde residía -y donde fue el crimen-, sino además a un apartamento en El Perelló donde pasaba días con ellos y tenían relaciones sexuales.

Una persona que se identifica a Levante-EMV como asistente del canónigo señala que él estuvo tres días con el sacerdote en el apartamento de El Perelló donde hubo “tensiones”. También que el canónigo intentó llevar al piso de El Perelló al discapacitado que estuvo conviviendo con él días antes del crimen, pero que no pudo al no tener en ese momento chófer.  

 

El Arzobispado “apercibió” al cura hace dos años

Ante todas las informaciones que están saliendo, muchos se preguntan si el Arzobispado sabía algo de lo que hacía el canónigo o si le había llamado la atención por estas conductas. El Arzobispado ha admitido en un comunicado que "apercibió" hace dos años al canónigo tras "quejas verbales" de los vecinos del edificio donde vivía por el tipo de personas que subían al piso del sacerdote.

Sin embargo, el Arzobispado señala que en estas quejas “en ningún caso aludieron a hechos de la naturaleza que se narran en los medios de comunicación” -es decir, sobre si eran encuentros sexuales con indigentes- y ha defendido que después "jamás se volvió a recibir ningún tipo de queja".

Desde el Arzobispado han manifestado al respecto que confían "plenamente en la acción de la justicia" y han insistido en que son "los más interesados en el pronto esclarecimiento de los hechos". Recuerdan que el secreto de sumario no se ha levantado todavía y por tanto no tienen información oficial de los hechos que están saliendo a la luz y reflejan los medios de comunicación. “Si lo publicado fuera verdadero, manifestamos el profundo dolor que producen los hechos narrados”, subraya el Arzobispado.