| 18 de Mayo de 2024 Director Benjamín López

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Arcos chinos como los que se quería instalar en Valencia
Arcos chinos como los que se quería instalar en Valencia

Adiós al Chinatown de Valencia… y sin proyecto para el barrio de La Roqueta

El gobierno de Ribó desiste de instalar los arcos chinos en Pelayo tras la polémica y lo sustituirá por un “elemento multicultural”. Mientras, la Calle de la Pilota sigue en un cajón

| E. M. Edición Valencia

Al final Valencia no será la primera ciudad de España en tener un Chinatown o barrio chino delimitado por unos arcos chinos como en otras ciudades del mundo en la zona de la calle Pelayo y del barrio de La Roqueta. El Ayuntamiento de Valencia, a través de la concejalía de Turismo que dirige el socialista Emiliano García, ha desistido y tira atrás el proyecto de los arcos chinos que fue aprobado en los últimos presupuestos participativos y que tanta polémica generó en el barrio.

Coincidiendo justo con la celebración del año nuevo chino, el gobierno de Joan Ribó anuncia que recula de convertir esta zona de Valencia, con gran número de comercios chinos, en un Chinatown con arcos como reclamo turístico. En su lugar el concejal de Turismo anuncia un “elemento multicultural” -que no tiene por qué ser un arco, puede ser una placa o un monolito- que “se integre con su entorno y cuente con el consenso de los vecinos de la zona”.

 

Recordemos que la zona de La Roqueta, además de ser famosa por la alta presencia de la comunidad china, también lo es por la calle Pelayo y su trinquete o por ser la ubicación de la falla Convento Jerusalén. Esto llevó a una fuerte polémica entre los vecinos al considerar que los arcos chinos desvirtuaban el carácter tradicional de este barrio, llegando a recoger hasta firmas en contra.

Al final, el gobierno de Joan Ribó, que en principio era favorable a los arcos chinos -la propuesta partió de un asesor de Compromís- no ha sabido presentar un proyecto integral para este barrio donde se conserve el elemento más tradicional y a la vez las nuevas culturas y el atractivo de los arcos chinos.

 

El proyecto de convertir la calle Pelayo en la Calle de la Pilota con esculturas de pilotaris, semipeatonal y poniendo en valor que en esta calle se sitúa la Catedral de la Pilota, sigue guardado en un cajón y durmiendo el sueño de los justos en lugar de utilizarse. El Ayuntamiento olvida este proyecto y se descuelga ahora con un “hito multicultural”… Veremos en qué queda la propuesta que desde hace un año se ha convertido en un quebradero de cabeza para el gobierno de Ribó que no sabe qué proyecto encajar en este barrio.