El PP ‘mete mano’ en À Punt, con indirecta a los negocios del clan Puig

El PP y el gobierno de Carlos Mazón por fin tocan algo que tiene que ver con À Punt, la radio televisión pública valenciana que abrió el Botànic -y en el centro del huracán político mediático-, y lo hace además con un mensaje entre líneas para los negocios de la familia de Ximo Puig con la enmienda que el PP y Vox han presentado a la ley de acompañamiento de los presupuestos de la Generalitat.

Así, el PP y Vox proponen, que para que las empresas contraten con À Punt que “quedarán excluidos los operadores económicos que hayan sido condenados en sentencia firme por tráfico de influencias, sancionados por la Comisión de Defensa de la Competencia de la Comunidad Valenciana o cualquier delito que afecte a la ética profesional”.

Dicho de otro modo, quedan fuera empresas sancionadas por Competencia, ¿Y quién ha sido sancionada? Comunicacions de Els Ports, la empresa del hermano de Ximo Puig, Francis Puig, que está investigada judicialmente y que pese a ello seguía recibiendo contratos de À Punt y de la administración valenciana. El cambio introducido por PP y Vox cortará el grifo a la familia Puig.

Cambios en los vocales del Consejo Rector 

No es el único cambio introducido por PP y Vox en À Punt en la ley de acompañamiento de los presupuestos. Los partidos que sustentan el gobierno de Carlos Mazón amplían los miembros del Consejo Rector de À Punt añadiendo un nuevo vocal a propuesta de la Federación Valenciana de Municipios y Provincias (FVMP). PP y Vox lo justifican “en representación de los ayuntamientos de la Comunitat Valenciana”, pero en la práctica será un vocal que recaerá en el PP, que es quien tiene mayoría en la FVMP.

Asimismo, para elegir los vocales del Consejo Rector de À Punt que corresponden a Les Corts -cinco en total, que lo lógico es que sean dos para el PP y uno para Vox, PSPV y Compromís respectivamente-, se añade que “bastará con que obtuviera una mayoría absoluta” si no se consiguiera una mayoría de tres quintos, lo que supone que bastará con los votos de PP y Vox para aprobar los vocales elegidos por Les Corts.