El pueblo aragonés que se esconde bajo un pantano y emerge para contar su historia
Fayón, el pueblo aragonés que desapareció bajo el embalse de Ribarroja y cuya torre aún emerge como testigo de una historia silenciada por el agua
La torre de la iglesia del antiguo Fayón es el elemento más emblemático que emerge del pueblo sumergido bajo el embalse, símbolo de una memoria que se resiste a desaparecer.
Hace un tiempo hablamos de el pueblo madrileño que tiene uno de los mejores cocidos de Madrid, según la Guía Michelin, una joya culinaria escondida entre calles tradicionales que demuestran que los destinos curiosos no solo se miden por su paisaje, sino también por lo que se cuece en sus ollas. Hoy, en esa misma línea de descubrimientos con alma, viajamos a un rincón de Aragón donde el misterio no se sirve en plato, sino que emerge directamente del agua: Fayón, el pueblo que desapareció bajo un embalse, pero cuya historia sigue flotando sobre la superficie.
Viajes
Este pueblo madrileño no es solo bonito: está entre los más felices de España y no sabías que lo necesitabas
Patricia de la Torre
La inundación de Fayón: cuándo y por qué
El antiguo pueblo de Fayón quedó sepultado en 1967 cuando se construyó el Embalse de Ribarroja (o Riba‑roja) sobre el río Ebro.
La decisión de inundar se enmarcó dentro de los grandes proyectos hidráulicos de la época, alterando no solo el paisaje sino también la vida de sus habitantes.
Aunque el núcleo original está bajo las aguas, hay vestigios visibles que permiten conectar con ese pasado. La torre de la iglesia del antiguo Fayón emerge del embalse como un hito lleno de simbolismo. Además, el mirador sobre el Ebro permite ver los restos del Castillo de Badón, otro testigo silencioso del paso del tiempo.
Las rutas en barco por el embalse permiten explorar el entorno natural donde el antiguo Fayón quedó sumergido y conocer su historia desde el agua.
El nuevo Fayón: renacer en otro lugar
Tras la inundación, el municipio se trasladó unos metros más alto y se construyó un "nuevo" Fayón, con calles amplias, casas blancas y una plaza mayor porticada que contrasta con el trazado medieval del pueblo original. Este traslado no fue únicamente un cambio de ubicación, sino un proceso complejo de reconstrucción que afectó a la vida cotidiana, la identidad colectiva y el entorno urbano del pueblo.
Hoy, Fayón ofrece rutas náuticas por el embalse para observar desde una embarcación la torre emergente, conocer la historia de sus vecinos y explorar los parajes donde confluyen el río Matarraña y el Ebro. Este tipo de recorrido combina interés histórico, contacto con la naturaleza y una perspectiva única del territorio, ya que navegar sobre las aguas que cubren un antiguo pueblo permite entender de forma directa el impacto de los embalses en la vida de sus habitantes.
Cómo visitarlo y qué ver
Para quienes quieran acercarse a esta historia: pueden comenzar en el nuevo Fayón, subir al Mirador del Ebro para captar la panorámica del embalse y ver la torre que emerge. Luego, embarcarse en la ruta por la confluencia del Matarraña y el Ebro. Y al atardecer, contemplar desde la ribera este escenario híbrido entre naturaleza y pasado.
Según los guías locales, es recomendable ir en primavera u otoño para disfrutar del entorno con más calma y menor nivel de agua que permita ver mejor los restos.