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La espectacular cascada escondida en este bosque a solo una hora de Madrid es lo más impresionante que verás este otoño

La espectacular cascada de Mojonavalle convierte el Abedular de Canencia en uno de los destinos otoñales más mágicos y sorprendentes cerca de Madrid

La Chorrera de Mojonavalle también se transforma en invierno: una estampa helada que merece la caminata.

La Chorrera de Mojonavalle también se transforma en invierno: una estampa helada que merece la caminata.@lafamiliawanderlust

Patricia de la Torre
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Nos encontramos en el momento perfecto del año: ese en el que las hojas humedecidas crujen bajo nuestras botas y el aire trae el olor al bosque que acaba de empezar a caer. Y a menos de una hora de Madrid, hay un rincón donde el otoño se exhibe de una forma espectacular: el Abedular de Canencia.

¿Por qué el Abedular de Canencia es tan especial?

Situado en la vertiente norte de la Sierra de la Morcuera, este espacio natural alberga especies que normalmente se asocian con zonas mucho más al norte. Aquí crecen abedules, tejos, acebos y robles junto a pinos silvestres, lo que genera una mezcla botánica poco habitual en la Comunidad de Madrid. En otoño, la paleta de colores se vuelve vibrante, con tonos ocres y rojos que dominan el paisaje.

Además, el entorno está lleno de vida. El arroyo del Sestil del Maíllo cruza el bosque y, si ha llovido o ha habido deshielo, se forman pequeñas cascadas. Los árboles, con sus formas y colores, hacen que el paseo tenga un punto especial sin necesidad de irse muy lejos.

La ruta hasta la cascada que va a dejarte sin aliento

El trayecto recomendado se inicia desde el área recreativa del Puerto de Canencia, donde puedes aparcar y preparar la caminata. Desde allí una pista forestal te introduce entre pinos y abedules hasta llegar a la Fuente de la Raja, un punto encantador donde el agua brota entre rocas musgosas.

El gran momento llega al alcanzar la Chorrera de Mojonavalle. Con una caída de unos 30 metros, sus aguas emergen desde el arroyo y se precipitan entre el bosque, generando un espectáculo visual y sonoro digno de detenerse. 

Tras contemplarla, hay un desvío de apenas un kilómetro que lleva hasta un ejemplar singular: un tejo milenario escondido entre acebos y helechos. 

Datos prácticos para tu escapada

La ruta completa, incluyendo la visita al tejo, redondea unos 6,5 km, con un desnivel suave alrededor de 160 metros, lo que la hace ideal para una excursión familiar o de nivel moderado. Muchas personas la completan en unas dos horas y media.

Para llegar desde Madrid: toma la carretera M‑607 hasta Soto del Real, continúa por la M‑611 hacia Miraflores de la Sierra y finalmente por la M‑629 hasta el Puerto de Canencia. Hay aparcamiento gratuito junto al inicio del sendero. Si prefieres transporte público, el autobús 725 desde Plaza de Castilla te deja en Miraflores, desde donde un taxi te deja en el área recreativa.

¿Cuándo ir y qué llevar?

El otoño es sin duda la mejor época: los abedules cambian de color, el ambiente está fresco y el bosque parece iluminado por dentro. Si ha llovido recientemente o se ha producido deshielo, la cascada luce con más fuerza. En días secos, quizá el salto de agua sea más discreto, pero el viaje sigue mereciendo la pena.

Lleva calzado adecuado, agua, algo de abrigo para las zonas de sombra y mejor ir temprano para disfrutar sin aglomeraciones. Respeta el entorno, no te salgas de las sendas marcadas y recuerda que es un espacio natural sensible.

Si estás buscando una escapada cercana, sin complicaciones, pero con el poder de transportar a otro lugar… esta ruta lo consigue. 

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