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Puigdemont denuncia a la Policía y la Guardia Civil y exige que se marchen
El presidente de la Generalitat ha pedido públicamente a la Comisión Europea que tutele la salida de Cataluña de España una vez que el Parlament proceda a la declaración de independencia.
Seguramente Carles Puigdemont habrá esbozado una sonrisa al ver las portadas de la prensa de medio mundo, que se hacen eco de los más de 800 heridos que ha dejado el 1-O tras de sí y de las imágenes de policías y guardias civiles impidiendo votar a los catalanes.
El independentismo buscaba la imagen de la represión y la ha conseguido. Como también ha logrado que la Comisión Europea, siempre tan diplomática, recuerde en un comunicado que "la violencia nunca puede ser instrumento de la política".
Una frase que encierra un auténtico misil contra Mariano Rajoy, por más que la Comisión añada después que confía en su "liderazgo" para resolver una crisis política de tal calibre y se resista a intervenir escudándose en que es un "asunto interno" de España.
La resaca del referéndum ilegal ha sido la de la irrupción de la UE por partida doble, puesto que en una comparecencia el presidente de la Generalitat ha pedido que intervenga para tutelar la salida de Cataluña de España, toda vez que los independentistas tienen previsto declarar la independencia de forma unilateral en los próximos días.
Puigdemont ha exigido asimismo que los efectivos de la Policía y la Guardia Civil llegados a Cataluña en los últimos días se vayan, y ha anunciado que el Govern los denunciará por "lesiones y daños". A lo que hay que añadir las querellas que ya ha presentado contra la Fiscalía por usurpación de funciones y prevaricación en sus acciones contra el 1-O.
De hecho el presidente catalán tiene en mente crea una comisión de investigación sobre la cargas policiales, que este lunes han llevado a la calle a miles de catalanes en protesta. La concentración más multitudinaria se ha producido en la plaza de Sant Jaume.
