Miles de ciudadanos reciben en sus casas la carta más sorprendente de Iglesias

“Me llamo Esperanza y no me presento a las elecciones. Esta es una carta a mis padres…” Así comienza esta misiva enviada por la formación Unidos Podemos a través de mailing electoral a sus votantes. Se trata de una joven de 30 años, Esperanza, que reside en Londres y que evoca la niñez junto a sus padres, el calor del hogar, las charlas de sobremesa y sus llantos tras ver un capítulo de Espinete.

Tras una introducción nostálgica, Esperanza dice que le conmueve el hecho de que sus padres “a estas alturas de su vida” hayan aprendido a manejar Skipe y las redes sociales. La lógica razón que argumenta luego es que lo utilizan para comunicarse con su hija que vive fuera de España.

Más tarde ya entra en materia. En las elecciones del 26 de junio: “…Quiero volver a España y quiero que puedan regresar muchos de los jóvenes con los que me he cruzado por Europa y que están en la misma situación que yo, y creo que esa vuelta puede empezar el 26-J…”.

La confesión

Tras recordar que en España la mayoría de la gente “se deja la piel trabajando” en lugar de “los chorizos que hemos tenido de representantes políticos”, la niña hecha mujer que trabaja en Londres como investigadora en biología molecular, dice que sus padres son los que le contagiaron la ilusión de sus logros. Y es aquí cuando llega la confesión del voto: …”No os voy a pedir que cambiéis de partido a estas alturas de vuestra vida, pero si quiero deciros que, gracias a lo que me habéis enseñado, yo voy a votar a Unidos Podemos”.

La sorprendente carta la están recibiendo estos días en sus domicilios miles de ciudadanos a través del mailing electoral que la formación de Pablo Iglesias ha programado para esta campaña electoral. En la propia misiva se intenta transmitir que ha sido un acto involuntario, casi fruto del azar el hecho de que la carta haya llegado a manos de la coalición: “La gente de Unidos Podemos ha hecho que esta carta llegue a todos los hogares españoles, pero estoy segura de que habrá miles de cartas más de otros jóvenes…”

Es la versión de Pablo Iglesias de la “niña de Rajoy” que no tenía nombre. O la niña de Sánchez que iba citando en cada mitin con un nombre distinto y en una ciudad distinta. Ahora, la niña de Pablo se llama Esperanza.