Tic, tac: Mas y Convergencia entran en pánico tras otro no de la CUP

Artur Mas volvió a recurrir este jueves a la burla para relativizar la decisión del Tribunal Constitucional de suspender la resolución independentista del Parlament ironizando con que el proceso participativo del 9 de noviembre de 2014 se acabó celebrando pese a la decisión del mismo tribunal: "Ya lo hicieron el 9N y las urnas se pusieron".

Sin embargo, a Mas se le acaban los motivos para seguir de guasa y este jueves recibió por segunda vez el sonoro rechazo de la CUP a investirle presidente. Por más que suplicó y "regateó" a la desesperada, el Parlament rechazó de nuevo investir en el cargo al presidente de la Generalitat, ya que la CUP mantuvo su negativa a dar sus votos a pesar de las ofertas de última hora...

Ni los diez meses con moción de confianza fueron suficientes para hacer cambiar de opinión a los de Antonio Baños y el cómputo de los votos fue el mismo que el martes en la primera votación: la candidatura de Mas recibió el apoyo de los 62 diputados de JxSí y el rechazo de los 73 parlamentarios de la oposición: C´s, PSC, PP, SíQueEsPot y la CUP.

La cosa tiene su mérito porque Artur Mas se convierte así en el primer candidato a la Presidencia de la Generalitat que no logra ser investido en las dos primeras votaciones, una situación que no se había dado en Cataluña desde la restauración de la democracia. En las diez legislaturas anteriores, siete votaciones de investidura se revolvieron a la primera y otras tres tuvieron que esperar a la segunda, pero nunca se había llegado a la situación actual: tener que esperar a una tercera votación, que ya será después de las elecciones generales del 20 de diciembre.

Ahora la presidenta del Parlament, Carme Forcadell, deberá abrir una nueva ronda de contactos con los líderes parlamentarios y proponer de nuevo un candidato, que podría volver ser Mas (si logra convencer a la CUP) o uno alternativo. La fecha máxima para investir nuevo presidente es el 9 de enero: si entonces no hay acuerdo, el Parlament quedará disuelto y el propio Mas se verá obligado a volver a convocar elecciones de cara a la primavera.

Todo ello en medio del penúltimo órdago del gobierno catalán en funciones que ya ha dicho que no va a obedecer al Constitucional, tras suspender la declaración independentista del lunes. Al revés, Mas aprovechó su intervención en el fallido pleno de investidura para cargar contra la decisión del presidente del Gobierno central, Mariano Rajoy, de impugnar la resolución, y acusarle de abusar de recursos ante el TC y de "inmovilismo absoluto respecto a la realidad social catalana".

"El Gobierno español, en vez de hacer política él, hace política a través del TC. Abusa. Se utiliza el TC para hacer política y olvida que a quien corresponde hacer política es a los gobiernos y a los parlamentos", concluyó.
 
Rajoy no puede ocultar su asombro

Por su parte, Rajoy criticó que haya dirigentes catalanes promotores de la resolución independentista que digan que no van a cumplir la ley y advirtió de que con ese comportamiento esas fuerzas políticas se están convirtiendo en "enemigos de los ciudadanos" de Cataluña.

En una rueda de prensa tras asistir a la Cumbre de La Valeta sobre Migración, Rajoy afirmó que decir que no se va a cumplir la ley es "lisa y llanamente desconocer lo que es el fundamento de una democracia y un Estado moderno". "¡Qué broma es ésta de que alguien diga que no está sometido a la ley y hace lo que estime oportuno y conveniente!", exclamó.

"No quiero que se malinterprete, pero yo no voy a mirar para otro lado porque estamos hablando del asunto más serio que tiene España en estos momentos. La respuesta tiene que ser proporcional y prudente, pero yo no voy a mirar para otro lado", recalcó el jefe del Ejecutivo.