| 27 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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Alerta: las 5 señales inequívocas de que te estás pasando con el azúcar

Este aditivo actúa en nuestro cuerpo de una forma similar a una droga: cuánto más ingerimos, más necesitamos para conseguir los mismos efectos

| Laura Méndez Belleza

Si las pastelerías se han convertido en un imán para ti o para alguno de los tuyos es importante pararse a pensar en si estamos excediéndonos con un ingrediente que nos resulta sumamente atrayente  porque estimula nuestra hormona de la felicidad y que, además, es adictivo: el azúcar.

A continuación te vamos a explicar algunos trucos que te van a servir para descubrir fácilmente si estás comiendo más de la cuenta para que puedas ponerte manos a la obra y frenar. No te preocupes, aún así puedes permitirte un bombón de vez en cuando.

 

-Siempre te apetece comer dulce

La ingesta de dulce es un círculo vicioso: cuento más comes, más te apetece. ¿Por qué? Es sencillo, se trata de algo parecido a lo que ocurre con la droga: nuestro cuerpo cada vez necesita consumir más para conseguir el mismo efecto. Al ‘subidón’ de azúcar le sigue un ‘bajón’ en el que nuestro cuerpo vuelve a pedir más para volver a sentir esa sensación de euforia.

 

-Te falta energía

Durante todo el día notas que careces de niveles de ánimo y energía estables. Al consumir demasiado, tienes subidas y bajadas de azúcar que derivan en altibajos de energía. La única forma de tener una energía estable es tener un nivel de azúcar estable.

 

-Te distraes más fácilmente

Un desequilibrio en el nivel de azúcar lleva a problemas cognitivos que se traducen en despistes durante los momentos en los que el nivel de azúcar es bajo. Los demás te notarán despistada y cometerás más errores.

 

-Estás de peor humor

El bajón de azúcar te genera inestabilidad y eso te hace sentir enfadada. Además, al sentirte débil y con poca energía, tu mal humor será aún más acusado.

 

-Todo te sabe menos dulce

Una vez más hablamos del círculo vicioso del azúcar. Cuanto más consumimos, más necesitamos para conseguir el mismo sabor. Trata de reducir la ingesta, al principio sufrirás pero irás notando que cada vez necesitas menos azúcar para conseguir ese efecto tan satisfactorio que provoca en nuestro cuerpo.