El partido morado ha hecho "casus belli" la entrada de su líder en el nuevo gobierno como ministro o más. Pero en La Moncloa han optado por moderar su optimismo y darle un baño de realidad.
Si a primera hora, en una entrevista en la agencia EFE, Pablo Iglesias seguía vendiendo su libro, ser ministro de Pedro Sánchez, unas pocas horas más tarde le han echado un jarro de agua fría desde el mismo epicentro del Palacio de La Moncloa.
La portavoz del Gobierno, Isabel Celaá, ha insistido este viernes en que el objetivo del presidente en funciones es reeditar su mandato en solitario y ha respondido al líder de Podemos sobre su voluntad de formar parte de ese Ejecutivo que el sentido común es "subjetivo".
En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, Celáa ha insistido en varias ocasiones en que la formación del Gobierno y su composición es una competencia exclusiva del presidente y por tanto "él sabrá canalizar todas las cuestiones" sobre este asunto.
También ha remitido a Sánchez sobre las conversaciones que pueda tener abiertas con Podemos para un acuerdo tras las elecciones generales del pasado 28 de abril. Iglesias ha dicho que sería "de sentido común" ser ministro de ese gabinete, a lo que Celáa ha respondiendo sosteniendo que "el sentido común al final resulta ser un criterio bastante subjetivo".
La portavoz del Gobierno ha asegurado que el PSOE "sigue aspirando" a tener "fortaleza suficiente" que le permita gobernar en solitario y "poder cursar esta etapa con su programa y acuerdos en diversas líneas".
Sin embargo, ha reconocido el apoyo de Podemos al Gobierno en los últimos meses y ha dicho que "todo el camino está por recorrer". "Tenemos vocación y reunimos fuerza suficiente para llevar a cabo, pero corresponde al presidente del Gobierno hacer este trabajo y él decidirá quién entra en su Gobierno", ha insistido.
De esta forma, ha evitado valorar la propuesta de Iglesias: "No consideramos que sería ningún despropósito ni lo contrario, no lo vamos a enjuiciar con frases de valor".