La primera y escandalosa cesión de Sánchez a Junqueras tras su "no te preocupes"

El famoso "no te preocupes" que Pedro Sánchez le dirigió este martes a Oriol Junqueras en el hemiciclo del Congreso ya tiene la primera consecuencia. 

La presidenta de la Cámara, Meritxell Batet, está maniobrando para no solo retrasar la suspensión de los cuatro diputados presos, sino además para endosarle la responsabilidad de la decisión al Tribunal Supremo. 

Ello supone un cambio en el guión inicial. El martes, antes del apretón de manos entre Sánchez y Junqueras, El País, diario oficioso del PSOE tras reconciliarse con Sánchez, abría su portada con el siguiente titular: El Congreso suspenderá a los diputados secesionistas presos. Y adelantaba que las mesas de las Cortes tomarían la decisión tras recibir sendos informes de los letrados. 

A pesar de ello, Batet remitió este miércoles un escrito a la Sala que juzga el procés en el Tribunal Supremo solicitando un informe sobre la aplicación a Junqueras, Jordi Sánchez, Jordi Turull y Josep Rull del artículo 384 bis de la Ley de Enjuiciamiento Criminal (LeCrim). El que habla de la suspensión de funciones.

Es éste: "Firme un auto de procesamiento y decretada la prisión provisional por delito cometido por persona integrada o relacionada con bandas armadas o individuos terroristas o rebeldes, el procesado que estuviere ostentando función o cargo público quedará automáticamente suspendido en el ejercicio del mismo mientras dure la situación de prisión".

Batet señaló en una rueda de prensa que aunque este jueves la Mesa del Congreso debata sobre la cuestión, es el Supremo "quien debe tomar la decisión". Trasladando así toda responsabilidad al alto tribunal.

Batet con el Rey este miércoles en Zarzuela.

En paralelo, la Fiscalía del Supremo, dependiente del Ministerio de Justicia, contribuyó a la presión sobre el tribunal que preside Manuel Marchena al solicitar a éste que comunique a las Cortes que deben proceder a la aplicación "inmediata" del artículo 384 bis de la LeCrim y suspender de funciones a los cinco parlamentarios presos que han tomado ya posesión de su escaño (a los cuatro diputados se une el senador Raúl Romeva).

El PP y Ciudadanos han presentado dos escritos solicitando a la Mesa del Congreso que suspenda sin más dilación a los presos, amparándose en el reglamento de la Cámara. Sin embargo, es muy probable que esto no ocurra hasta después de las elecciones del domingo. 

Aun dando por hecho su suspensión, de la que el PSOE responsabilizará al Supremo, se abre un escenario incierto. Llegado ese momento ERC y Junts per Catalunya han de decidir si los parlamentarios suspendidos renuncian a sus escaños y corre la lista o si se aferran a los mismos. Ello es crucial para la investidura de Sánchez, puesto que si de los 350 diputados 4 no pueden votar, la mayoría que necesitará ya no sería de 176 sino de 174.