Almería piensa en los no fumadores y se une a la moda: playas libres de humo

El Ayuntamiento de Almería estudiará la implantación de zonas para no fumadores en las playas de la capital a fin de delimitar espacios sin humo con los que mejorar la calidad de su ya famosa costa. Con esta opción, dirigida al bienestar de todo tipo de público, también se apuesta por campañas de concienciación contra el tabaquismo así como su adhesión al proyecto 'Playa sin humo', impulsado por la Red Andaluza de Servicios Sanitarios de la Junta de Andalucía.

Pero no sería el primero en habilitar zonas sin humo, porque la moda se extiende por toda la comunidad. En la propia provincia de Almería hay numerosísimos ejemplos de ello y la mayoría de los municipios que conforman el Cabo de Gata apuestan por alejar humos y colillas cuando estamos junto al mar. También en el litoral de Huelva existen áreas donde está prohibido fumar como la playa del Albergue en Punta Umbría, la de La Antilla en Lepe, Isla Canela en Ayamonte o la playa de la casita azul en Isla Cristina. En Cádiz capital encontramos espacios sin humo y en Málaga lo mismo en pueblos como Torrox, Algarrobo, Velez-Málaga, Estepona o Mijas.

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Para la aplicación de esta medida en Almería capital aún quedan pasos por dar por parte del Consistorio que está gobernado por el PP, ya que el primer impulso ha sido la aprobación en el pleno de la moción impulsada por el concejal de Con Andalucía, Alejandro Lorenzo, que ha sido apoyada por todos los grupos municipales, a excepción de Vox.

Una mejor convivencia también en la playa

Desde el equipo de gobierno del PP, la concejal de Economía Azul, Sacramento Sánchez, ha reconocido que el texto se ocupa de asuntos como la salud y el medio ambiente, para lo que "hay que hacer todas las actuaciones que sean necesarias" para su preservación, en este caso, en espacios públicos de convivencia común como son las playas donde una "minoría" de fumadores "pone en riesgo la salud de la mayoría y principalmente de los más pequeños".

En esta línea, ha apuntado además la necesidad de mantener las playas limpias ante los restos de colillas, que "pueden contaminar hasta 50 litros de agua" toda vez que su composición química hace que tarden en degradarse "más de diez años", lo que causa "un perjuicio no solamente para la limpieza de nuestras costas, que ya es evidente, sino también para el medio ambiente y con todo lo que conlleva".